LA PATRIA | MANIZALES
"Es muy triste volver al pueblo a enterrar a mi papá", le contó ayer a LA PATRIA Diana Patricia Cardona López, hija de Evelio, una de las cinco víctimas mortales del accidente del domingo en la vía Pácora-Salamina.
A ella le tocó detenerse en el sector El Rúngano, mientras una grúa sacaba del abismo el bus de Empresa Arauca, protagonista del hecho trágico.
La parada obligada le generó tristeza. Diana Patricia iba camino a Pácora al sepelio de su progenitor. Partió madrugada desde Bogotá.
"Mi padre falleció acá. Me parece horrible. Él tenía 66 años y vivía en Pácora. Se dirigía para Manizales, a una cita médica que tenía hoy (ayer) a la 1:00 de la tarde. Nuestra familia se encuentra devastada", comentó.
Anotó que sobre las causas del accidente existen muchas versiones: microsueño, que el conductor venía de Medellín y que sus jornadas de trabajo son muy largas. "Estas empresas deben organizarse bien. Llevan personas, no animales", precisó la mujer.
El dueño del bus, Hernán Amaya Rincón, también estaba en el sitio ayer. "Es una situación lamentable por las víctimas y las familias que han perdido a sus seres queridos. Condolencias a ellos". Explicó que hay muchas versiones del accidente. A las anteriores le sumó las condiciones de la vía e imprudencia de un motociclista. Las autoridades investigan.
Sobre el carro añadió que la pérdida fue total y que la Empresa Arauca le ha prestado todo el soporte y acompañamiento para resolver esta situación. Del conductor anotó que está delicado de salud, con problemas en la columna vertebral y que fue remitido a Manizales. "Rescatamos lo que quedó del carro. Tenemos las pólizas y todo lo reglamentario”, finalizó.
El 6 de enero ocurrió otro accidente de la Empresa Arauca. En el bus viajaban 40 pasajeros. Fallecieron 6 personas. El automotor se volcó en la vía Andalucía-Cerritos, sobre las 2:30 de la madrugada.
Julián Andrés Arias, ayudante del carro, le dijo a un familiar que el accidente se produjo por no atropellar a un motociclista. "Venía mucha gente, conversaba con el conductor, cuando de pronto ese carro se fue hacia abajo, se aferró de lo que pudo. Solo pudo decir 'Ay marica'", contó.
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