A tres carniceros mercedeños, acusados de un homicidio en ese municipio, los declararon inocentes y los indemnizarán por el año que permanecieron privados de la libertad. De todo pasó en ese proceso contra dos hermanos y una persona más.
Los acusaron de la muerte de José Herman Duque Arboleda, estuvieron detenidos, los declararon inocentes, el fiscal del caso terminó disculpándose y el Juzgado Cuarto Administrativo del Circuito de Manizales ordenó que el Estado indemnice a los sindicados y sus familias con una suma cercana a los $900 millones.
La muerte de Duque Arboleda ocurrió a las 11:00 de la noche del 14 de diciembre del 2007, en la vereda Naranjal, de La Merced, cuando llegó en moto a su casa. Hernando Antonio, padre de la víctima, indicó que sintió una explosión, se asomó a la ventana y vio a dos jóvenes que huían por un cafetal.
La Fiscalía, en su investigación, tejió la hipótesis de la posible participación de los tres carniceros en esa muerte, por lo que solicitó la orden de captura. Los detuvieron y en la audiencia ante el Juzgado de Salamina, el 13 de septiembre de 2009, los acusaron de homicidio agravado y porte ilegal de armas.
El ente acusador se basó en testigos que aseguraron que entre febrero y marzo del 2007 hubo una riña en la Galería del Municipio entre el hoy fallecido y uno de los dos hermanos sindicados. Este último terminó con un ojo lesionado.
Además, un testigo, amigo del fallecido, dijo que otro de los acusados se le acercó y le pidió ayudarle a asesinar a José Herman. Uno más expresó que vio a los tres sindicados reunidos en un bar y que uno de ellos dijo: "qué pesar del cabezón que hoy es el día de él", al ver pasar por el frente a la víctima.
La Fiscalía solicitó medida de aseguramiento para los tres sindicados, quienes no aceptaron cargos, pero fueron enviados a la cárcel, donde permanecieron durante un año, hasta que los declararon inocentes. Según el fallo que ordena indemnizar a los acusados, se observó que la fiscalía local de Salamina no se detuvo a indagar sobre la credibilidad de los testimonios.
"Los testigos solo referían hechos que daban pie a sospechas, ni siquiera a indicios, como se dejó ver en el juicio. Incluso, el fiscal de conocimiento, en la audiencia de juicio oral del 13 de septiembre del 2010, aceptó los errores y ofreció disculpas, aunque el daño ya estaba hecho y los tres permanecieron encerrados un año, hasta el 22 de octubre del 2010", explicó Aristides Betancur Ciuffetelli, abogado defensor de los acusados y que tramitó el incidente de reparación directa.
En el juicio, la defensa llevó a testigos que daban fe de las calidades humanas de los acusados. Incluso el mismo alcalde de la época así lo expresó. Otras pruebas y testigos señalaban como responsable del homicidio a otra persona, que al parecer le comentó sus planes a un ciudadano, que conocía los detalles del arma que se usó y de la muerte.
El fiscal solicitó la absolución de los sindicados el 13 de septiembre del 2010, lo que aceptó el juez.
Para los allegados de los sindicados la situación se convirtió en un drama, pues en La Merced los tildaban de ser familiares de un asesino. "El rumor hizo que todo el pueblo hablara. Un 'Inri' que difícilmente se podrán quitar. Además, se afectó el sustento de las familias", señaló el fallo.
El padre de los dos hermanos manifestó que vivieron días tormentos en los que sufrió toda la familia. "Lo más difícil fue estar en boca de todo mundo. El abogado nos costó a todos cerca de $50 millones".
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015