LA PATRIA | MANIZALES
La familia Isaza Ramos espera algo de justicia en el caso por la muerte violenta de Julio César, quien falleció el 3 de enero del año pasado, dos días después de ingresar a la Clínica del Corazón en Manizales, debido a un trauma en la cabeza.
El origen de la lesión, según la Fiscalía, fue un golpe que le propinó un vecino del barrio La Palma, cerca de la antigua terminal de transportes. En la caída se impactó contra el piso.
De acuerdo con la familia, la agresión tenía unos motivos. Al parecer, el matoneo del que era víctima de tiempo atrás Julio César, por cuenta de la persona que ayer acusaron de causarle la muerte.
La Fiscalía encausó su investigación como un homicidio preterintencional, pues de acuerdo con las pruebas recogidas hasta el momento, el objetivo no era matarlo.
Como lo publicó LA PATRIA, cuando registró el deceso de la víctima, el agresor lo buscaba, lo insultaba o lo empujaba sin razón alguna, resaltaron los parientes.
Se recuerda que Isaza Ramos se dedicaba a la venta de bolsas de basura. Su rutina consistía en vender el producto, iba a la Galería a tomarse sus tragos, pero no era una persona problemática.
El día del ataque
Hizo lo mismo el 31 de diciembre del 2016 y en la madrugada del año nuevo llegó al barrio donde vivía. La Fiscalía indicó que había un grupo de personas departiendo. Entre ellas el hombre que lo atacó.
Luego del golpe en la cabeza, Julio César quedó inconsciente y tendido sobre el pavimento. El hermano, al ver lo que ocurrió, intentó levantarlo, pero no pudo. Luego se abalanzó sobre el atacante, pero unas cuatro personas salieron de una vivienda y lo agredieron a machete. Le ocasionaron heridas en el brazo izquierdo, por lo que acudió a un centro asistencial para que le cogieran puntos.
Al hoy occiso lo entraron a la casa, pero la mamá lo notó frío. Intentaron sentarlo y notaron que le salía sangre por nariz y boca. Lo trasladaron al Instituto del Corazón, en Villa Pilar, pero sufrió muerte cerebral. El 3 de enero, tras la autorización de la familia para donar los órganos, lo desconectaron.
La pena
El acusado se encuentra en libertad. Desde la imputación negó los cargos y ayer guardó silencio cuando el juez preguntó si deseaba manifestar algo. El cargo que enfrenta contempla una pena mínima de ocho años y ocho meses de prisión.
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