Serpientes muerden de nuevo en Samaná

LA PATRIA | Manizales

Un nuevo caso por mordedura de serpiente se presentó en Samaná este lunes, aunque la víctima corrió con mejor suerte que José Jaír López, quien murió la semana pasada a raíz de un ataque de una Taya X.

Se trata de Islén Marín Carvajal, un hombre de 50 años, que desyerbaba junto a nueve personas más un área llena de maleza en una finca en la vereda San Francisco, cerca al corregimiento Encimadas. Él vio salir sorpresivamente de entre las ramas a una víbora, que le mordió el dedo anular de la mano izquierda.

"No me había percatado de que la serpiente estaba ahí, me atacó y se le notaba muy agresiva, escuché cómo chillaba, era café y medía más o menos un metro. No corro riesgo porque afortunadamente tuve atención oportuna", relató Marín Carvajal.

Sus acompañantes, al ver lo que ocurrió, le dieron muerte al animal. Luego llevaron a la víctima hasta el sector conocido como Puente Tierra, en donde lo esperaba una ambulancia, que lo transportó hacia el Hospital San José en donde trataron la herida con suero antiofídico. La rapidez fue vital para salvar la vida del hombre. El campesino tuvo que recibir, además, tres puntos de sutura.

Cuestión de educación

Según explicó la bióloga de la Universidad de Caldas, Beatriz Toro, en climas cálidos es normal que haya accidentes ofídicos, y hay muchos factores que pueden influir en que las serpientes lleguen a sitios poblados, como la reducción de bosques y la búsqueda de alimentos, pero es un problema que se presenta en cualquier lugar.

Añadió que en el oriente caldense, como en Norcasia, hay diversidad de serpientes venenosas y otras no venenosas o cazadoras que se encargan de controlar las plagas. Con la educación ambiental se busca que la gente aprenda sobre los servicios que prestan estos animales.

Así cita el caso de ese municipio, en donde gracias a una estrategia de concienciación con los habitantes, aprendieron a reconocer a estos reptiles, su comportamiento, qué las puede molestar o asustar y entender que ellas no atacan, que se defienden cuando las asustan.