
LA PATRIA | MANIZALES
A Pedro Luis Marín Libreros, de 63 años, siempre le apasionó el campo. Era reconocido en La Paila (Filadelfia) como un hombre muy trabajador. Ese amor por la tierra y su familia lo demostró en la noche del pasado miércoles, cuando quiso apagar un incendio en ese sector, para evitar que la conflagración se acercara a su casa, donde viven su esposa y tres hijas.
Marín Libreros inhaló el humo y tuvo que se trasladado de urgencias a Manizales, donde falleció en la noche del jueves. Otro hombre, de 39 años, también debió recibir asistencia médica por los mismos motivos, sin gravedad. Según Bomberos de Filadelfia, el incendio consumió 15 hectáreas de un cafetal. No está claro qué ocasionó las llamas, aunque se cree que pudo ser una quema controlada, que se salió de las manos.
Ayer, la familia del fallecido esperaba la llegada del cuerpo en Aranzazu, donde será sepultado luego de la misa en la
parroquia Nuestra Señora del Rosario de Aranzazu.
María Rubiola Marín Marín, familiar de la víctima, explicó que estaba en un colegio del municipio, ayudando con el aseo, cuando se enteró de un incendio, pero no había mucha alarma. "Vimos pasar a los Bomberos de Aranzazu y nos preocupamos. Luego me enteré de que Pedro estaba perdido y lo buscaban. Cuando lo hallaron había inhalado mucho humo".
Lo recordó como alguien dedicado al trabajo, que vivía hace varios meses en ese sector. La finca era de su propiedad, ubicada a una hora y media del casco urbano. "Hablé con él hace 15 días, pues por su entrega al campo venía poco. A veces iba a visitarlo. Hablábamos de la familia. La gente lo reconocía por ser muy humilde y callado. Su sustento era el café que daba la finca".
Carlos Humberto Orozco, secretario de Salud de Manizales, explicó que lo que ocurrió con el agricultor va más allá de la inhalación de gases y tiene que ver con la temperatura del humo y la concentración de CO2, que es el que causa la muerte.
"Se da una quemadura de las vías aéreas superiores por penetración de esos gases a altas temperaturas. Se quema desde la nariz hasta las estructuras que sirven de filtro para los sólidos que intentan penetrar en las vías aéreas superiores. Cuando esto pasa se pierde la capacidad de hacer intercambio gaseosa y la probabilidad de muerte es muy alta, pues se queda sin la superficie necesaria para captar oxígeno y liberar CO2".
También se puede generar intoxicación por CO2 y luego la muerte en el mismo sitio del hecho. Sobre las recomendaciones, Orozco manifestó que la más importante es no exponerse a esos gases y que solo los Bomberos, con trajes especiales y equipos de autocontenido, pueden hacerlo.
"Si accidentalmente la persona se ve involucrada, debe retirarse de inmediato para tratar de neutralizar la inhalación de CO2", concluyó.
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