LA PATRIA | MANIZALES
Sergio Andrés Montoya Díaz y Duván Alexis Largo Rodríguez aceptaron que intentaron matar en Supía a Santiago Salazar Álvarez. Ante la contundencia de las pruebas de la Fiscalía y la Sijín en su contra establecieron un preacuerdo y pagarán cinco años de prisión, en su domicilio, como cómplices de tentativa de homicidio simple y porte ilegal de armas de fuego. El Juzgado Penal del Circuito de Riosucio dictó la sentencia.
Los hechos se remontan al 8 de agosto pasado, minutos antes de las 10:00 de la noche, en los alrededores del estadio municipal de Supía.
Santiago caminaba con amigos y fue interceptado por Sergio Andrés y Duván Alexis, quienes viajaban en una motocicleta Yamaha criptón, como conductor y parrillero respectivamente.
Fue este último el que sacó un revólver y empezó a disparar. De seis tiros, lo impactó con dos en el glúteo y en la axila. Este se alojó en el cuello. Lo trasladaron de urgencia al hospital de esa localidad y luego, por la gravedad de sus heridas, a Manizales, donde los médicos le salvaron la vida. La agresión se dio por rencillas y enfrentamientos anteriores entre ellos.
A los sicarios los detuvieron el 22 y 23 de ese mes. En audiencia no aceptaron cargos y los mandaron para la cárcel. Luego se estableció el preacuerdo.
Sergio Andrés, de 28 años, es natural de Supía y dedicado al comercio. Duván Alexis, de 25, también nacido en este municipio, se ha desempeñado como minero. La víctima tuvo 25 días de incapacidad y la intención de los ataques era causarle la muerte, pero Ray y Pato Bravo, como los apodan, tuvieron mala puntería.
"Me prendieron a bala. El primero me lo pegaron en la nalga. Saqué un machete que tenía y empecé a saltarles para esquivar las balas. Cuando levanté la mano, me pegó otro tiro en la axila derecha y Ray le gritaba que me los diera en la cabeza. El tipo me tuvo ahí cerquita, sino que contó con mala puntería. Ya estaba en el piso, me vació los seis tiros, era un revólver negro, de Pato Bravo, porque a mí ya me lo había mostrado", relató la víctima.
Sobre sus problemas con los sicarios, anotó que a Ray lo conoce hace muchos años, de toda la vida, y que lo hizo salirse del colegio. Además, que 10 días antes él lo cortó en el cuello con el vidrio de una botella.
"No les he hecho nada, la bronca es porque soy del Popular y ellos son de arriba del pueblo. Se hacen llamar Del segundo piso. El comentario es que Pato Bravo no descansa hasta que me mate, con él tampoco tuve problemas. Todo es cuestión de territorio".
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