Pagará por apuñalar a Monita, la mascota, en Palestina

LA PATRIA | MANIZALES

Animalistas de Chinchiná llegaron el lunes, a las 3:00 de la tarde, al Juzgado de Palestina, para escuchar a la audiencia de imputación de cargos contra Víctor Alfonso Ramírez Pineda, de 24 años, sindicado como presunto responsable de la muerte de una canina de nombre Monita.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado 26 de diciembre. El implicado aceptó cargos por maltrato animal. En mes y medio se conocerá la sentencia.

La Fiscalía relató que la agresión se dio a eso de las 3:00 de la mañana, en la carrera 8ª con calle 8ª, cerca del Hospital San Marcos de Palestina. A los dos días se conoció la denuncia.

"En un video se observa cómo Ramírez, sin identificar para la fecha de los hechos, cogió a machetazos a Monita, que descansaba en el andén de una casa. El agresor huyó ensangrentando hacia su casa y discutió con su mujer", explicó el ente acusador.

Palestina marchó por la muerte de Monita

Repudio

Víctor llegó al Juzgado acompañado de su abogado. Se notó calmado y decidido a colaborar con las autoridades. Seis espectadores lo seguían. El Fiscal solicitó un receso para reunirse con las partes, luego el Juez le leyó los derechos y le imputaron el delito.

Luis Alfonso Ríos Hincapié, propietario de Monita, dijo: “Por lo menos no queda impune, dio la cara. Las leyes contra el maltrato animal son blandas. Le pegó 10 puñaladas. Hay que poner penas más fuertes, un animal es como un ser humano".

El caso de Monita se conoció por las redes sociales. Las asociaciones protectoras de animales marcharon por las calles y la Policía ofreció recompensa de $1 millón para dar con el paradero del responsable, de quien se decía, huyó a Medellín. Luego se entregó a la justicia.

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Historia

Monita era una perra de raza criolla, tenía 10 años cuando murió. Antes dormía en una compra de café que queda al frente de donde la apuñalaron, pero su amo la entregó a unos vecinos para que la cuidaran. Víctor es operador de cámaras de seguridad y un equipos de estos lo delató.

A Monita la enterraron en el patio de la casa de la Calle 8°, donde vivía. Este caso llamó la atención de agremiaciones animalistas del país, quienes repudiaron el hecho, participaron en marchas días después en Bogotá y Palestina.