Mataron en Solferino

LA PATRIA | MANIZALES

Habitaba la calle desde los 14 años, dormía en un rastrojo, en cualquier acera de los vecinos o donde lo cogiera el sueño. Pero el jueves, a la 1:00 de la mañana, sonaron tres disparos con los que lo mandaron a una siesta eterna.

Ese día, Daniel Giraldo Sánchez, de 25 años, se acostó en el antejardín de la carrera 7b N 52-27, en el sector conocido como El Plan de Solferino. A la 5:00 de la mañana llegaron los agentes del CTI para hacer la inspección técnica del cadáver, y a esa misma hora, a dos cuadras del lugar donde yacía su cuerpo inerte, alguien tocó la puerta de doña Rubiela, la madre de la víctima, para contarle que su hijo, el que dejó la casa hace 12 años, ya no era de este mundo.

Quienes conocieron a la víctima contaron que padecía de una diabetes tan avanzada, que constantemente se desmayaba, vivía decaído. Además, andaba con su coquita y una cobija para todos lados. También tenía un cambuche en el rastrojo que queda al frente de la casa de su madre, pero la Policía se lo destruyó, narró ella.

Giraldo Sánchez estudió hasta segundo de primaria. Al parecer, ya el vicio y la enfermedad lo tenían degradado a su corta edad: en marzo cumpliría 26 años. “Era vicioso, pero no le robaba a nadie, lo que le hicieron fue injusto”, aseguró Rubiela, quien añadió que la enfermedad lo ponía muy rabioso con su familia, pero a los vecinos los trataba con respeto.

“De vez en cuando iba a su casa a comer, de resto, se alimentaba con lo que le diéramos, reciclaba, pedía plata”, contó Sandra.

Ayer, a las 7:00 de la noche, sus familiares reclamaron el cuerpo en Medicina Legal. La velación la harán hoy en la casa de Rubiela y sus seis hijos. A las 4:00 de la tarde será la misa de despedida en la iglesia de Solferino y sus exequias serán en el Cementerio San Esteban.

El coronel Javier Sierra, subcomandante de la Policía Metropolitana, indicó que los móviles y agresores son investigados por las autoridades.