LA PATRIA | MANIZALES
Las guerras entre combos de Manizales no paran. Se matan por cruzar líneas imaginarias, tal como quedó evidenciado el lunes en los estrados judiciales, tras la captura de cuatro sujetos del combo El Puesto o P77, del barrio Cervantes.
Ellos fueron llevados a la audiencia de control de garantías y deberán responder por el homicidio registrado en ese barrio el pasado 8 de diciembre. Todo, al parecer, porque uno cruzó estas fronteras invisibles.
Ese día, unos 20 jóvenes, pertenecientes a P77, se reunieron en el Puesto de Salud donde siempre se parchaban.
Era la 1:30 de la madrugada, cuando un taxi pasó cerca a ellos. En el vehículo iban el conductor y dos muchachos, uno era Johan Sebastián Flores Bejarano, de 18 años. Al amarillo lo abordaron cerca al billar del barrio El Nevado para que les hiciera una carrera.
El recorrido, sin embargo, se interrumpió cuando los de P77 se abalanzaron contra el carro y lo dañaron. También le dieron puñal a las tres personas que iban en él. Johan fue el que llevó la peor parte. Recibió 17 puñaladas y murió cuando recibía atención médica.
El testimonio de los sobrevivientes fue fundamental para individualizar al combo de 20 delincuentes, entre los que hay cinco adultos, nueve menores de edad y dos mujeres.
Durante nueve meses los investigadores trabajaron en la búsqueda y recolección de material probatorio para ponerlos a buen recaudo y desarticular a esta pandilla.
Finalmente, el domingo se hicieron efectivas las órdenes de captura en contra de Diter Neiser F.A. y su hermano Dwith Jare, conocidos como los Bombillos; Miguel D.M., de 19 años; y Juan Sebastián G.D., alias Frito, de 19 años. Ellos rindieron cuentas ante un juez de control del garantías por el delito de homicidio agravado.
El quinto capturado fue alias Juanfe o Guayabo, pero este aún no está vinculado a este proceso, por lo que estuvo en otra audiencia, pero relacionada con el enfrentamiento entre combos.
La delegada de la Fiscalía 21 seccional URI aseguró que los cuatro muchachos se fueron del barrio por los diversos problemas que tuvieron.
También se realizó la aprehensión de los nueve menores de edad, caso que maneja Infancia y Adolescencia.
La captura de los Bombillos se realizó el pasado lunes. Los investigadores se consiguieron el número celular de Dwithg para ubicarlo y citarlo cerca al CAI del barrio El Nevado. El joven llegó allí y no quiso mostrar su número de documento; preguntaba que si lo requerían por el homicidio de la noche anterior (se refería al de Leidy Tatiana Martínez Ruiz, de 14 años, asesinada en Campoamor en la madrugada del domingo).
Los uniformados le preguntaron por su hermano Diter y, de manera voluntaria, los llevó hasta el Bajo Tablazo, donde residía. Allí ambos mostraron sus cédulas y como la información coincidía con las órdenes de captura, de inmediato fueron detenidos.
A Miguel lo aprehendieron cuando un investigador hablaba con un conocido del joven que, al verlo pasar por ahí, se lo señaló. "Al pedirle la identificación, la mostró y procedimos a leerle los derechos. En la Sijín verificamos su identidad y quedó capturado", narró el policial.
A Frito lo agarraron en una tienda, cuando estaba en compañía de otras personas. Cuando las autoridades lo abordaron, el joven facilitó su nombre y presentó documento. De inmediato quedó capturado.
Lo curioso era que todos los muchachos pensaban que estaban siendo capturados era por la muerte de Leidy Tatiana, y todos alegaban que no tenían nada qué ver en este hecho. Para sorpresa de ellos, el muerto era otro.
En la audiencia de legalización de captura, los detenidos se la pasaron negando con la cabeza los hechos que narraba la Fiscalía. Su abogado manifestó que las autoridades recurrieron a engaños para capturarlos, lo que consideró ilegal. El juez, sin embargo, avaló la captura.
El delito que les imputaron fue el de homicidio agravado. El agravante fue, según la Fiscalía, porque la víctima estuvo en estado de indefensión, por el número de puñaladas que recibió y la violencia que ejercieron contra el vehículo.
Esto también fue refutado por la defensa, quien manifestó que no cabía el agravante, ya que el muchacho no estaba borracho o algo por el estilo para decir que estaba indefenso. Esto tampoco fue apoyado por el juez, quien determinó imputar el delito que dijo la Fiscal. Ninguno de los acusados aceptó el cargo.
Tras escuchar las historias, los asistentes a la audiencia, en especial los familiares de Johan Sebastián Flores Bejarano, se llevaron una sorpresa cuando el juez determinó que los muchachos tendrían detención domiciliaria.
La Fiscalía se opuso y dijo que eran un peligro para la sociedad. Por su parte, la defensa aseguró que ellos tenían arraigo en Manizales y que se podía ver que, a pesar de que el homicidio ocurrió hace nueve meses, ellos seguían en la ciudad estudiando y trabajando.
Los Bombillo, Miguel y Frito están en sus casas, a la espera de que comiencen las audiencias. Las autoridades, mientras tanto, trabajan para desarmar a este combo involucrado en varios casos y que atemoriza el barrio.
Las autoridades continúa con las investigaciones para judicializar a los integrantes del combo La 28, por lo cual invitan a los ciudadanos a denunciar todo hecho delictivo a las líneas efectivas 123 y 112.
La Fiscalía manifestó ante el juez el papel qué hizo cada uno en el momento del hecho. Para esto, las evidencias que se tienen es el reconocimiento fotográfico de un testigo presencial del hecho.
“Me subí por Cervantes, cerca al Assbasalud, y de repente vi a un joven que salió con un palo de escoba y se atravesó. Para esquivarlo paré un poco y, cuando menos pensé, empezaron a aparecer pelados de todo lado con palos y cuchillos”.
El grupo golpeó con lo que tuvo a su alcance las puertas y el capó. Uno de ellos tiró una piedra y rompió el parabrisas. “No podía arrancar porque la calle es muy estrecha. Además, uno de esos se subió al capacete”, narró el conductor.
Los atacantes abrieron las puertas de atrás y, con sevicia, apuñalaron a Johan y a su compañero.
El taxista trató de cerrar la puerta, pero ya estaba dañada. Ahí recibió una puñalada en el brazo, otra en el hombro y una más cerca al cuello. Sin visibilidad, porque el vidrio estaba roto y teniendo la puerta para que no se abriera, arrancó.
“No sé cómo hice, pero llegué al Centro Piloto. Adolorido y todo saqué al muchacho que estaba más grave. Esperé 40 minutos para que me atendieran, porque él estaba mal. Después salieron y me dijeron que Johan había muerto. Yo estoy contando el cuento de milagro”, concluyó el taxista.
El combo P77 se enfrenta con el combo La 28 o Patio Feo del barrio Campoamor, ambos con el propósito de formar las llamadas "fronteras invisibles". Según las investigaciones, se identificó que ambos combos se tomaban fotografías en los sitios frecuentados por el otro parche para publicarlos en Facebook, lo que generaba indignación entre ellos y era motivo de riña.
La mayoría de los del combo P77 son personas residentes en otros barrios. Son señalados de hurto a personas, lesiones personales, generadores de riñas y se les atribuye algunos casos de homicidio y homicidio tentado.
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