LA PATRIA | MANIZALES

Desde el 3 de febrero estaba desaparecido el venezolano Otoniel Farfán Contreras. Había llegado de Cali al sector de la invasión del Kilómetro 41 (Manizales), donde vivía. Las esperanzas de que estuviese vivo eran pocas. Su búsqueda se centró en el Río Cauca.

Farfán Contreras fue víctima de desaparición. Su verdugo: alias Muñoz, detenido por las autoridades, tras una investigación de la Fiscalía Segunda Especializada Gaula Caldas. Fue procesado por desaparición forzada, homicidio agravado y porte ilegal de armas de fuego. Los móviles serían una disputa por microtráfico.

El fallecido se fue para el Valle del Cauca desde el 25 de enero y regresó a su casa el 2 de febrero. Todo indica que le cobró un dinero a Muñoz, vecino del sector con el que tenía negocios, y este por no pagarle, prefirió asesinarlo.

Las pertenencias

El hermano del occiso, al notar que no aparecía, ni respondía el celular, reportó la pérdida. Unas personas le indicaron que lo vieron por el sector de La Carrilera. No lo encontró en su primer recorrido, pero al día siguiente halló los tenis, rastros de sangre y huellas que indicaban que lo arrastraron hacia el río Cauca.

El 7 de febrero, en la vereda Alejandría, a orillas del afluente, jurisdicción de Anserma, encontraron un cuerpo. El CTI hizo los análisis y se determinó que se trataba de Otoniel, pues tenía tatuado el nombre de su madre, Marleny. Los disparos fueron en cabeza y tórax.

Se buscó la orden de captura, avalada el miércoles pasado y se hizo efectiva el jueves. Hicieron dos allanamientos en la casa de Muñoz en el Kilómetro 41 y lo aprehendieron. En audiencia no aceptó cargos y le dieron medida de aseguramiento preventiva en centro penitenciario.

Hipótesis

• Según la Fiscalía, Muñoz y el occiso se fueron para un sitio donde solían pesar estupefacientes y empacarlos, pero pidieron apoyo de alias Pantera para que vigilara.
• Al parecer, Muñoz le dijo a Pantera que los esperara y que si veía algo raro les avisara. Tras meterse al lote, el campanero contó que escuchó tres detonaciones, pero como, presuntamente, el hoy procesado siempre estaba armado, lo vio normal y pensó que estaba calentando el arma.
• Minutos después llegaron tres compradores de estupefacientes, pero Pantera les dijo que ya volvía, que se iba a traer la droga.
• Cuando Pantera entró al lugar notó que había un rastro de sangre, los tenis de la víctima, su gorra y un poncho. Por eso el testigo les dijo a los tres compradores que ahí habían matado a alguien. Todos fueron y corroboraron.
• Pantera se desplazó a la vivienda de Muñoz, quien le “pidió limpiar la sangre y botar las demás cosas, pero ante la negativa de este, el sospechoso le insistió en que no había hecho nada y que por eso a los sapos les pasa lo que les pasa”. Muñoz quería quedarse solo con el negocio de las drogas.

Asesinaron con arma de fuego en Solferino

Manizales. De varios disparos mataron el fin de semana a Juan Esteban Quintero Castro, de 22 años, en el barrio Solferino. Le pegaron, al menos, 10 tiros, especialmente en la cabeza. Al parecer, salió hace poco de la cárcel y tenía varios enemigos dentro del penal. Le figura una condena de cinco años por violencia intrafamiliar, pero estaba en libertad condicional por un periodo de 25 meses. Las autoridades investigan el hecho. Séptimo homicidio del año en la ciudad, quinto en el mes.