LA PATRIA | MANIZALES
Era tan bueno su negocio, que se hacían llamar Asofle: Asociación de fleteros. Así tenían un grupo en redes sociales para comunicarse y planear los robos.
El grupo de Contraatracos de la Sijín de la Policía Metropolitana de Manizales les siguió los pasos, los capturó, los llevó a audiencia y las pruebas fueron tan contundentes, que cinco aceptaron los cargos. Ahora esperan sentencia, que podría ser, mínimo, de 18 años.
Los seis integrantes de Asofle, todos de Medellín, ejecutaron al menos cinco fleteos en la capital de Caldas. En sus testimonios a las autoridades dijeron que la gente de esta ciudad es muy confiada con su dinero. Retira altas sumas y no pide escolta policial, lo que les facilitó su trabajo.
"Entre las pruebas estuvieron el análisis a las llamadas que hacían, que nos mostraba de dónde se realizaban. Además, algunos videos de entidades bancarias y centros comerciales, donde se veía cómo identificaban y seguían a las víctimas", explicó un investigador de la Metropolitana.
Añadió que salían desde Medellín, fácilmente robaban en la mañana en Manizales y en la tarde ya estaban en Chinchiná u otros municipios haciendo lo mismo. Hasta en Tulúa (Valle del Cauca) alcanzaron a delinquir. Algunos, en la tarde, les giraban a sus esposas los que les tocaba de los hurtos.
"Los fleteos fueron entre los $10 millones y los $14 millones. Los hicieron en Ravasco, Belén, San Jorge, Chipre, tras el retiro de dinero en entidades bancarias del Centro Comercial Fundadores, del Multicentro Estrella y del Centro de la ciudad", indicó el investigador.
Cada integrante de la banda desempeñaba un papel. Lo que ellos denominaban el Marcador se encargaba de identificar a la víctima dentro de la entidad bancaria. Analizaba quién se demoraba en una transacción, lo que significaba que sacaba una alta suma de dinero.
El Caminador se encargaba de seguir pasivamente al ciudadano. En Fundadores tuvieron un caso en el que estuvieron detrás del afectado unas dos horas por todo el centro comercial, tal y como quedó en video.
Cuando la víctima salía del banco aparecían los Transportadores, que eran dos en moto, encargados de seguir al futuro afectado y darle aviso, por celular, a los últimos de la cadena: los Instaladores. Estos abordaban a la víctima en un punto muerto, que podía ser un semáforo o un lugar desolado.
"Lo amenazaban con arma de fuego y le quitaban el dinero. Algo curioso era que nunca perdían de vista el lugar donde la víctima guardó el dinero. Por eso llegaban directo a decirle: entrégueme lo que lleva ahí en la chaqueta, por ejemplo", manifestó el miembro de Contraatracos.
En la audiencia les imputaron cargos por concierto para delinquir, hurto agravado y calificado, y porte ilegal de armas de fuego. Podrían tener beneficios, pues quieren indemnizar a las víctimas.
A cuatro de estos fleteros los capturaron en flagrancia en Puerto Boyacá (Boyacá), en diciembre del 2015, luego de robarle a una señora un bolso que en su interior tenía $30 millones. A la mujer del grupo la agarraron en Medellín.
$57 millones se estima robaron los fleteros en sus diferentes golpes.
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