La pena fue robusta para el Gordo por asesinar en Solferino

LA PATRIA | MANIZALES

A Jhon Jairo Guzmán Morales, alias El Gordo, se le armó la gorda con la justicia. El Juzgado Quinto Penal del Circuito de Manizales lo condenó a 10 años, cuatro meses y 24 días de prisión, tiempo que le servirá para que reflexione sobre las razones que lo llevaron matar a Jhon Éider Giraldo, alias Bacalao.

Todo ocurrió en la madrugada del pasado 27 de junio. El día antes, Colombia fue eliminada por Argentina en la Copa América. Sin embargo, Bacalao quería fiesta, pese al resultado. Por eso, con otros jóvenes se enrrumbó en una casa de la carrera 5 con calle 53, donde vivía la novia del hoy condenado, en el barrio Solferino, de Manizales.

Eran las 4:00 de la madrugada y el licor se acabó. El Gordo sacó $50 mil y se los dio a Bacalao y a otro amigo para comprar más aguardiente.

El licor llegó, pero al Gordo no le cuadraron las cuentas de la devuelta que recibió, por lo que incriminó a Giraldo y al otro amigo quienes, al parecer, estaban ebrios. Los dos primeros se enfrascaron en una discusión verbal.

Luego, ambos salieron a la calle: Giraldo con un destornillador afilado y Guzmán Morales, con una navaja. Se lesionaron mutuamente. En medio del bochinche, unas mujeres, apodadas Las Calvas, intentaron apaciguar los ánimos.

De nada sirvió, pues cuando Jhon Éider dio la espalda, El Gordo aprovechó para apuñalarlo en el pecho. La víctima pidió ayuda, pero antes de que llegara, recibió tres puñaladas más.

Una persona delató al asesino, por lo que el 7 de julio lo detuvieron en la misma casa donde ocurrió la tragedia.

¿Antiguas broncas?

El acusado aceptó que mató a Bacalao y fue encarcelado. Otra

hipótesis que manejan los vecinos de la zona es que el reclamo de la devuelta fue una excusa del Gordo para matar a Bacalao por problemas del pasado.

La víctima fue recordado como un ser desprendido de las cosas materiales. Le apasionaba jugar billar y era tan popular en Solferino, que el día de su sepelio una caravana de motociclistas invadió las calles para despedirlo.