Martha Elena Nican llora y se fuma un cigarrillo, mientras espera sentada en el andén frente a las instalaciones de Medicina Legal a que terminen la necropsia de su hijo José Durlandy Nican Castañeda.
A él lo atacó un sicario cuando salió a hacer una diligencia cerca de su casa en Solferino. El joven, que registra antecedentes, murió en un centro asistencial. Ella mira al cielo y habla de la última sonrisa que le dio su hijo de 28 años.
El homicidio ocurrió a las 9:30 de la noche del jueves, en la carrera 6B con calle 53. "A tan solo una cuadra de la casa donde vivimos", cuenta Martha Elena. Esa noche, recuerda la madre, hablaron del hijo de 5 años que tenía José Durlandy.
"Estábamos conversando cuando de un momento a otro dijo que iba a subir donde mi otra hija a venderle una chaqueta", cuenta la mujer, mientras vuelve a fumar y levanta su mirada al cielo. "Le dije que fuera tranquilo, que yo me quedaba porque estaba indispuesta. Él salió, yo me fui para la cocina a tomarme el medicamento cuando sentí los tiros".
En la calle se sintió mucha gritería y Martha Elena le dijo a su esposo que José Durlandy acababa de salir. Este le dijo que se relajara, pero no hubo tiempo para tal cosa. En cuestión de segundos, dice la mujer, le golpearon en la puerta: "Doña Martha, ¡mataron a Durlandy!".
La madre reventó en llanto, pero no fue capaz de salir. Quien fue a corroborar el hecho fue otra hija.
Cuentan que entre la hermana y otros vecinos levantaron a la víctima de la calle, y caminaron con ella hasta encontrar un taxi. Durlandy, sin embargo, abrió la boca, dio el último respiro y murió.
A Nican Castañeda lo llevaron hasta el centro asistencial a pesar de que ya estaba muerto. Allí la Sijín hizo la inspección técnica del cadáver.
Martha Elena, sentada en el andén, cuenta que José Durlandy vivía con su familia en Solferino. "Él era una persona muy familiar, alegre y le encantaba estar con los amigos. Su mayor sueño era ver crecer al hijo y sacarlo adelante".
Sin embargo, ella - que lo adoraba tanto y siempre estaba pendiente de él - es consciente de que en cualquier momento se lo iban a matar.
En noviembre del año pasado, José Durlandy salió de la cárcel y le hicieron un atentado. Le dispararon en tres ocasiones, pero solo recibió un impacto en la espalda que le comprometió un pulmón.
Se vio muy grave, pero según su mamá nunca tomó represalias porque sabía que quien le disparó lo hizo con justa razón. "Amé a mi hijo, pero todos sabíamos que pronto le iba a pasar esto. Él tenía muchos
enemigos porque fue muy loquito", concluye Martha Elena. Se seca las lágrimas y se queda a la espera de que le entreguen el cadáver de su hijo.
La Policía informó: "José Dulandy Nican Castañeda de 28 años resultó herido con arma de fuego y minutos después fallece. Presenta dos impactos de bala en el pecho. Los móviles y agresores están en investigación".
En el prontuario de la víctima le figuran los siguientes antecedentes:
*El 21 de enero del 2006 lo capturaron por el delitos de hurto calificado y agravado. Lo dejaron libre.
*El 8 de junio del 2006 lo capturaron por el mismo delito. Lo condenaron a 3 años y un mes de prisión. Le redimieron la pena a 5 meses y lo dejaron libre.
*El 25 de junio del 2006, mientras gozaba de la libertad volvieron a capturarlo por el mismo delito. Lo condenaron a 3 años y un mes de prisión en la cárcel de Calarcá (Quindío). Le dieron libertad definitiva el 30 de noviembre de 2011.
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