LA PATRIA | MANIZALES
Una supuesta tortura a un indígena por negarse a servirle de jíbaro a la banda criminal Cordillera enfrenta a la Mesa Nacional de Víctimas y a las autoridades en Caldas. El hecho ocurrió hace unos ocho días aproximadamente en el resguardo indígena de La Albania, ubicado entre San José y Viterbo.
La denuncia la puso el representante de la Mesa en Risaralda, Eisenhower Zapata, quien sostuvo que no es la primera vez que a un integrante de la comunidad embera chamí lo agreden con el fin de que trafique estupefacientes.
"No solo es en Albania, sino también en Totumal, muy cerca de Belalcázar. Es una invasión de grupos distribuidores de droga al interior de los resguardos. Es un flagelo que no pueden negar. Es indiscutible el silencio absoluto, además porque la guardia indígena y los gobernadores se sienten vulnerables y la protección es prácticamente nula", señaló.
Sin embargo, el secretario de Gobierno de Caldas, Carlos Alberto Piedrahíta, señaló que dicho ataque no ocurrió y que se trata de una sobredosis de alucinógenos, lo que provocó que el indígena se alterara provocándose él mismo las lesiones. Permanece internado en la clínica San Juan de Dios. Aparentemente, él mismo dijo que vio al demonio.
Así mismo, la Policía de Caldas emitió un comunicado en el que explica que no ha recibido denuncia formal relacionada con agresiones o intimidaciones hacia miembros de esta comunidad.
Temores persisten
Lo que sí puso de manifiesto esta situación es que los grupos delincuenciales permearon a los resguardos indígenas, a cuyos integrantes les estarían vendiendo estupefacientes. Según Piedrahíta falta colaboración de las víctimas, mientras que Zapata considera que no hay ayuda.
Según el integrante de la Mesa de Víctimas, por el occidente caldense transita mucha droga y dice que con una caracterización que actualmente se está haciendo saldrán a flote los problemas y que la fuerza pública no está respondiendo. "La medida cautelar que dictó el juez de tierras no se ha cumplido", sentenció.
Piedrahíta respondió que en el sector no hay presencia de grupos armados ilegales y que por ahora se trata de rumores que cuando quieren atenderlos no cuentan con la colaboración de los indígenas, debido a que ellos cuentan con sus propias leyes. Denunció que existen disputas internas por poder y territorio.
Aceptó que no se puede desconocer que la Cordillera les vende drogas a los indígenas, pero que son pocos. "No pagan la droga y ahí sí buscan a las autoridades, pero cuando delinquen no nos buscan", replicó.
La Mesa de Víctimas, secretario y Policía adelantan una mesa de Concertación Departamental, en la que han logrado avanzar y llegar a acuerdos, pero persiste la duda sobre cómo podrá la fuerza pública llegar a los territorios afectados e investigar sin que se filtre la información.
Otro lesionado
Hace un mes aproximadamente un exgobernador indígena resultó herido tras un atentado que sufrió con arma de fuego. Al parecer, intentaron asesinarlo por denunciar la venta de estupefacientes en La Albania.
Escondidos
Eisenhower Zapata denunció que dos alguaciles de la guardia indígena tuvieron que abandonar el sector por las denuncias que pusieron frente al tráfico de estupefacientes.
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