
María Gilma Guevara Grajales oyó la sirena desde el cafetal donde hacía su labor de recolección, pero jamás imaginó que el centro de la emergencia era su casa, cerca del barrio San Isidro de Anserma. la cual quedó consumida al igual que los enseres que había adentro.
Una nieta de María Gilma estaba cuidando la casa y viendo televisión, pero la niña de 10 años tampoco se dio cuenta del incendio. A los bomberos los llamaron los vecinos que vieron la humareda y las llamas que salían por el techo.
Cuando llegaron los socorristas notaron que la puerta, hecha con marco y maya metálicos, estaba con candado. La menor, que para el momento en que llegaron los bomberos ya sabía del incendio, tampoco encontró las llaves para abrir, por lo que los rescatistas la sacaron con ayuda de escaleras.
De la casa nada se salvó de las llamas, ya que los bomberos no pudieron intervenir más rápido. Estiman que el fuego afectó el 80% de la vivienda.
Juan de la Cruz Soto, cónyuge de Gilma, asegura: "ahora con las lluvias y sin techo estamos pasando muchas necesidades porque no solo se nos quemaron las camas y la ropa sino también los papeles de identificación".
La pareja duerme por estos días en el piso de la cocina, que fue lo único que se salvó. "Aunque ya vinieron de la oficina de atención de desastres necesitamos con urgencia materiales con que reconstruir la casa y evitar que las lluvias acaben de tumbar lo poco que quedó", dice Soto.
Los cuatro hijos del matrimonio duermen por estos días donde los vecinos, pero María Gilma se niega a abandonar lo poco que les quedó y espera que les ayuden a reconstruir su vivienda.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015