LA PATRIA | MANIZALES
Dos horas y media antes de que lo mataran, Andrés Felipe Ospina Toro, de 21 años, se encontró con su compañera sentimental. el 24 de enero de 2018 quería saludar a un primo que estaba en Solferino, pero no lo encontró. En cambio, la muerte sí lo halló.
A las 8:30 de la noche la pareja caminaba cogida de las manos por la calle 51 con carrera 6C. La mujer escuchó de atrás una detonación, al tiempo Ospina Toro, conocido como Vita o Vitamina, se cogió la cabeza. Había recibido un disparo.
Cuando ella volteó vio a alias Junior, según relató en el juicio oral que se inició ayer. Agregó que el hoy acusado sostenía un arma de fuego a dos pasos de ellos y descerrajó otros dos balazos que impactaron en el tórax de la víctima. Una hora después murió en el Hospital de Caldas.
“Yo lo miré y él se quedó mirándome, luego se fue caminando”. Hablaba del procesado, a quien señaló en varias ocasiones como el mismo que se encontraba en la sala del Palacio de Justicia, donde se realiza el juicio oral.
Ese relato fue seguido con especial atención por los asistentes. La Fiscalía la presentó como testigo directa de los hechos. La mujer declaró, además, que Vitamina tenía enemigos en Solferino.
Sin embargo, la aparente razón de la muerte se dio por un celular del cual se apropió el hoy occiso un mes antes del asesinato. Luego corrió el rumor de que estaban dando plata al que matara a Vitamina.
Tras la muerte de Ospina Toro las investigaciones se enfocaron inicialmente en hallar imágenes de cámaras, pero en esta oportunidad no captaron el momento del homicidio.
El investigador de campo, que también declaró, fue quien plasmó la entrevista que le hizo a la entonces pareja de Vitamina. Así conocieron las primeras imágenes del presunto atacante, del perfil de Facebook.
En agosto del año pasado lo detuvieron. Negó su responsabilidad en los hechos, pero desde ese momento está recluido en la cárcel de varones de Manizales. Enfrenta cargos por homicidio agravado en concurso con porte ilegal de armas de fuego.
Defensa
La captura de Júnior se dio en el barrio Jorge Eliécer Gaitán, de Villamaría. En su momento la Policía explicó que tras el homicidio se ocultó allí. Los testigos de la defensa señalan que el sindicado se encontraba en el vecino municipio el día del asesinato.
Un pariente añadió que para la época de los hechos lo tenía empleado como ayudante de albañilería cerca de La Pradera, en donde remodelaban una casa, trabajo que duró unos 20 días. Las jornadas terminaban a las 7:30 p.m. “Cuando lo cogieron me quedé sin ayudante”, explicó.
En general, la teoría de la defensa se basa en que Júnior se encontraba en Villamaría al momento del asesinato. En la tarde continuó el llamado a testigos que declararon en favor de Júnior. El juicio está programado hasta hoy.
Se presume inocente
Solo el juzgado a cargo del proceso puede condenar o absolver a Júnior. Hasta que se tome una decisión se presume de su inocencia. En caso de ser hallado culpable tendría que pagar unos 35 años de cárcel.
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