LA PATRIA | MANIZALES
El primer fin de semana en Manizales sin pico y cedula y sin toque de queda tuvo sus primeros estragos. Hasta el cierre de esta edición se reportaron dos homicidios, una asonada y un lesionado con arma blanca.
La comunidad le hizo una asonada a la Policía en Solferino, en la noche del sábado, durante un procedimiento en la carrera 6 con calle 52. El saldo fue de cinco uniformados lesionados.
Los agentes llegaron a calmar a un barbero del barrio y este agredió a unos uniformados con un bate. Cuando lo detuvieron, unas personas se fueron encima de las autoridades y lesionaron a otros. Aprehendieron al barbero.
También en la noche del sábado ingresó al SES Hospital de Caldas una transexual lesionado con arma blanca, detrás de la Gobernación. Está delicada. La Policía y la Secretaría de Gobierno de la ciudad anunciaron que el fin de semana garantizarían la seguridad con 700 hombres.
A un centro asistencial de Manizales ingresó, proveniente de Chinchiná, una transexual lesionada con arma blanca en la galería de ese municipio. Al parecer, lo atacó un hombre, con el que habría tenido un problema una semana atrás porque le intentó robar cuando le prestaba un servicio.
El homicidio 28 de Manizales este año ocurrió en el barrio Sinaí, el sábado. A Herman Nicolás González González, de 38 años, no lo dejaron disfrutar plenamente de su libertad. Hace un mes salió de la cárcel Doña Juana, de La Dorada, donde pagaba un homicidio. Su verdugo lo aguardó para matarlo. Sobre las 11:30 de la mañana lo atacó a bala en la puerta de su casa, en la carrera 7L con calle 52, donde pagaba domiciliaria.
Le hizo cuatro disparos, pero solo le pegó uno, en el cuello. Al sujeto lo recogieron malherido y lo llevaron a Assbasalud de San Cayetano, pero no había qué hacer. Llegó sin signos vitales.
Al occiso, natural de Chinchiná, le figuran cinco procesos judiciales en la Rama Judicial.
En la madrugada de ayer hubo otro homicidio, esta vez en el barrio La Isla. La víctima: Julián Andrés Bedoya, de 20 años, a puñal. Una vecina le contó a LA PATRIA que había mucha sangre en el piso, al pie de la tienda de un señor al que apodan Barbas. “Vi a una señora llorando y diciendo: ´no puedo creer que sea mi hijo´. Luego unos jóvenes contaron que asesinaron a Julián”. Manizales ajustó 29 homicidios.
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