LA PATRIA | MANIZALES
Cuentan los vecinos del barrio Solferino que en la noche del jueves pasado los integrantes del combo conocido como El Lavadero habían hecho correr a los de El Estanquillo a punta de bala. En aquella ocasión no hubo muertos, ni heridos, pero quedó la bronca, el deseo de venganza de los ofendidos.
Al día siguiente, a eso de las 9:00 de la noche, alias Frijolito, integrante de la banda El Estanquillo, iba armado dispuesto a cobrar el atentado del día anterior.
El hombre, de 18 años, llegó a la calle 51b con carrera 6a de Solferino, donde habitualmente se mantienen los 8 integrantes que quedan de El Lavadero. Allí desenfundó su revólver y disparó en repetidas ocasiones contra Ómar Stiven Bernal, de 18 años, conocido como alias Tenedor.
Según el reporte policial, Bernal quedó con dos heridas en su cabeza, una en el muslo izquierdo y otra más en el antebrazo izquierdo. Fue trasladado al Assbasalud de San Cayetano donde, por la gravedad de las lesiones, falleció.
A las 9:45 de la noche, la Policía del cuadrante 11 capturó a alias Frijolito. En la audiencia de legalización de captura, realizada el sábado, el indiciado aceptó los cargos por homicidio y porte, tráfico y fabricación de armas de fuego.
Residentes de la zona donde ocurrió el asesinato contaron que la pelea entre los combos del Estanquillo y El Lavadero viene de años atrás. “De El Lavadero solo quedan por ahí unos ocho integrantes, era más grande, pero los de El Estanquillo los han exterminado. En lo que va de este año ya van dos muertos y un detenido, producto de esa vieja guerra. Se asesinan porque uno mató un familiar al del otro combo y queda la bronca, que después deja más muñecos”, narró un vecino, quien pidió reserva de su identidad.
El coronel Mario Fernando Guerrero, comandante de la Policía Metropolitana de Manizales, negó que se trate de un conflicto de combos: “lo que hay allí es que uno de los muchachos tiene un problema con otro y los amigos del primero toman al segundo como su enemigo”.
Según Guerrero, entre Frijolito y Tenedor había disputa de vieja data en la que se amenazaban mutuamente. “Frijolito buscó una hora y un sector oscuro para dispararle a Tenedor. Se trata de un caso de intolerancia en el que no quisieron arreglar sus diferencias ante la justicia y prefirieron un ajuste de cuentas”. En próximos días un juez determinará cuánto pagará de cárcel alias Frijolito.
Vecinos del barrio Solferino contaron que luego del crimen de alias Tenedor, a la mamá de alias Frijolito la amenazaron los del Lavadero. La señora se habría ido del barrio desde el sábado pasado.
Según el coronel Mario Fernando Guerrero, estos jóvenes evaden la conversación y prefieren arreglar sus diferencias con violencia. Por ello, es necesario que en las casas inculquen la tolerancia, el diálogo, los buenos principios, es un trabajo que debe hacerse mancomunadamente entre la Alcaldía y la Policía de Prevención. “Hay que cambiarle el chip de la violencia a la juventud”, concluyó.
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