
"Aprovechaba la emergencia ocasionada por la covid-19 para engañar a la gente", comentó el general Óscar Atehortúa, director de la Policía Nacional. Hasta un barrio de Chinchiná llegaron La Interpol y el Centro Cibernético Policial de la Dirección de Investigación Criminal para, con apoyo de la Fiscalía, aprehender con orden judicial a un hombre, señalado de delitos informáticos.
Añadió que utilizaba una modalidad delictiva conocida como hijackers, que le permitía obtener datos de empresas que usaban páginas de Internet para la oferta de bienes y servicios como envíos, servicio de transporte y apuestas en línea.
"Gracias a sus conocimientos ´secuestraba´ estos sitios web por medio del acceso abusivo al sistema informático, para inhabilitar el ingreso de los administradores y de los clientes. Contactaba a los gerentes o administradores de las compañías afectadas para exigirles dinero a cambio de entregar las credenciales necesarias para retomar el control de las páginas", anotó el general.
Pero no se quedaba ahí. Otra modalidad era la creación de call center falsos. Empleaba la ingeniería para obtener datos personales e información financiera de las tarjetas de crédito de incautos ciudadanos, que luego utilizaba en la compra de bienes como televisores y electrodomésticos para venderlos en plataformas de comercio electrónico.

"Este sujeto habría afectado a varias empresas y 121 personas, generándoles pérdidas por $2.500 millones en los últimos ocho meses. Está vinculado a procesos investigativos desde hace siete años", relató el oficial.
El señalado ciberdelincuente debe responder por extorsión, acceso abusivo a sistema informático, obstaculización ilegítima de sistema informático, daño informático, violación de datos personales, hurto por medio informático, fraude procesal, falsedad en documento, estafa, abuso de confianza y utilización ilícita de redes de comunicaciones.
La Policía explicó que se identificó además la existencia de 12 portales web, a través de los cuales el caldense comercializaba productos tecnológicos y sanitarios con motivo de la pandemia. Exigía abonos del 50% o pago total, pero la mercancía nunca les llegaba a los compradores.
En otra diligencia de allanamiento en Manizales detuvieron a una mujer, familiar del ciberdelincuente, y le hallaron un arma de fuego.
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