Discusión terminó en crimen pasional

LA PATRIA | MANIZALES

Vivía por sus tres niñas, a donde iba las llevaba. Para sostener a Daniela, de 6 años, a Juanita, de 10, y a Estefanía, de 17, Gloria Pady García, o La Pay, como la conocían sus amigas del sector de La Galería, vendía morcilla, tamales, hacía rifas y era muy alegre, recochona y servicial. Fue una luchadora que tuvo una vida muy compleja.

Así describieron sus allegados a la mujer que el sábado a las 5: 30 de la tarde, al parecer, fue apuñalada en el abdomen en dos ocasiones por su compañero sentimental, según el reporte policial. Los hechos ocurrieron en un establecimiento público ubicado en la calle 25 con carrera 14, en medio de una riña y cuando ambos estaban, al parecer, bajo efectos del alcohol.

A ella la alcanzaron a llevar viva al Centro Piloto, pero por la gravedad de las heridas la trasladaron a la Clínica Villa Pilar, donde los galenos no pudieron hacer nada para salvarle la vida. Murió a las 8:30 de la mañana del domingo. Por ahora, Medicina Legal investiga si la muerte fue causada por las heridas o por otras circunstancias, aseguraron las autoridades.

Una compañera de trabajo narró que estuvo con ella el sábado en la tarde, que su pareja le dijo que ya tenía el mercado comprado, que arrimara en un taxi. Alcanzó a confesarle, unas horas antes de los hechos, que lo quería mucho y que se iba a vivir con él. A lo que su colega le aconsejó que hiciera lo que le dictara su corazón.

El domingo, a eso de las 10: 00 de la mañana, cuando en la vereda Mateguadua donde vivía, empezó a correr el rumor de su muerte, sus vecinas de toda la vida, Lucy, Norma, Janet e Isabel, recorrieron Corinto Alto y Bajo, Santa Elena y parte del Centro de Manizales recolectando dinero para darle cristiana sepultura a Gloria Pady, de 35 años. Gracias a la solidaridad de la gente, en día y medio, se recogieron los $620 mil que necesitaban.

Ayer, a las 4: 00 de la tarde, una multitud de allegados despidieron a Gloria en la Iglesia de Cristo Rey. Luego fue enterrada en el Cementerio San Esteban.

“Dios no se queda con nada, el que le hizo esto, lo paga”, dijo un doliente. Gracias a información suministrada por testigos de la agresión, la Policía tiene identificado al presunto homicida y recoge pruebas para capturarlo.

Antecedentes

El 27 de febrero de 2014, murió Erika Tatiana Herrera de cinco puñaladas propinadas, presuntamente por su esposo, quien se entregó a la Sijin de Villamaría. La víctima tenía seis meses de embarazo.