Sebastián Alba Cardona.
La pared que queda al frente de la Funeraria Los Olivos se llenó ayer de improvisados carteles con mensajes para Sebastián Alba Cardona, asesinado el pasado domingo a la 1:50 de la mañana en el barrio Fátima, de Manizales. Familiares y amigos imaginaban que desde el más allá él pudiera asomarse para comprobar cuanto lo querían.
"Era un muchacho bien", decían y repetían sus allegados sobre su muerte, atribuida por las autoridades a una riña porque el joven, de 18 años, supuestamente no quiso pagar unas albóndigas.
Sus padres en particular se sienten impotentes por la mala imagen que la gente se formó de su hijo. Indignado con estas afirmaciones, Edwar Alba, padre de la víctima, aseguró que su hijo era muy sano y que por el contrario todo fue un mal entendido.
Recuerda que el sábado anterior Sebastián, alumno de grado 11° del Colegio Atanasio Girardot de Fátima, estuvo trabajando con él desde por la mañana, como siempre lo hacía.
Por la tarde el joven se fue con unos amigos a divertirse. Lo que conoció la familia del hecho es que cuando el muchacho iba para su casa en el barrio San Fernando paró a comerse algo.
"No sabemos a ciencia cierta qué pasó. Los amigos comentan que Sebastián pidió algo de comer en el puesto, en ese momento se puso a hablar por celular y se alejó un poco, por lo que el niño que lo asesinó pensó que se iba a volar. Se le fue encima y lo apuñaló", comentó.
La novia del joven fue quien le avisó a la familia de lo sucedido. Ella, minutos antes había hablado con él, ya que éste la llamó y le dijo que estaba cerca. Le indicó dónde para que le subiera algo. Ella se negó.
Debido a la tardanza, porque él le dijo que no se demoraba, la joven lo llamó al celular, pero no contestó. Preocupada subió con la mamá de ella y encontró un corrillo. Allí estaba Sebastián tirado, le dijeron que estaba herido.
"La novia de él me llamó y me dijo que mi hijo estaba herido. Cogí el carro y me fui. Cuando llegué había mucha gente, lo único que pensé fue ¡Dios mio, mi hijo. Él ya estaba muerto", concluyó Edwar.
Minutos después, según indica el reporte de la Policía, a un menor de 13 años lo capturaron en flagrancia por causarle la muerte a Sebastián.
El sepelio del joven se realizó ayer. Sus familiares agregaron que era muy tranquilo y no se metía con nadie. Dentro de dos meses nacerá su hijo. Su sueño era formar un hogar y por eso después de la jornada escolar trabajaba con su papá vendiendo repuestos para carros.
Al tiempo que los allegados al joven asesinado luchan por limpiar su buen nombre, los familiares cercanos al menor agresor reiteran que él lo mató porque Sebastián intentó robarse un celular del puesto de comidas.
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