
LA PATRIA | MANIZALES
Las cámaras no mienten. Iván Darío Salazar Bedoya, alias Yumanyi; Daniel Andrés Bustamante Jurado, alias Criqui; y Cristián David Ciro Ruiz, alias Ciro, de 27, 24 y 21 años respectivamente, son culpables de la muerte de Andrés Felipe Sánchez Buitrago, alias Barelugo.
Al joven, de 20 años, lo asesinaron en Villamaría el 31 de marzo del 2015, a las 2:00 de la mañana. La investigación que adelantaron la Fiscalía 21 seccional y la Policía de ese municipio llevaron a que el Juzgado Sexto Penal del Circuito les diera sentido de fallo condenatorio. Les espera una sentencia de 33 años y cuatro meses de prisión como coautores de homicidio agravado. El juicio duró un año.
Los tres responsables del asesinato quedaron grabados en las cámaras de seguridad del sector, que captaron cuando salieron de la escena del delito.
Antes del crimen, Barelugo se enfrentó con Yumandi. "En la riña, este último llevó la peor parte, pues resultó lesionado con arma blanca en su rostro", según relató el ente acusador.
Yumandi juró que no se quedaría con esa y se consiguió dos amigos, Criqui y Ciro, para que lo acompañaran a vengarse. En la madrugada de ese martes, Andrés Felipe quería comprar una dosis de estupefacientes, en la carrera 5ª con calle 15. Allí lo interceptaron.
Lo redujeron hasta dejarlo en estado de indefensión. Le dieron múltiples golpes y al final lo lanzaron por unas escaleras, por donde rodó unos 10 metros", explicó la Fiscalía.
Golpes
La necropsia señaló que la víctima tenía politraumatismos en cuero cabelludo, en la cara y en la parte izquierda de la cabeza. Además, equimosis y excoriaciones por todo el cuerpo; trauma en cráneo, fractura de cara y de la quinta costilla izquierda, laceración de un pulmón y la tráquea. Los bronquios contenían sangre, lo mismo que el estómago.
La investigación permitió dar con los responsables.
Entre las pruebas que recolectaron están la entrevista a un testigo clave del hecho, que observó lo que ocurrió. De igual manera, el colaborador reconoció en fotografías a los sindicados. Además, está la grabación de la cámara.
En el juicio, un investigador de la Sijín dijo, mientras proyectaba los videos: "sé que son ellos, porque la noche anterior me los encontré por el sector de La Pradera. A Yumandi, por la gorra y el pelo largo; a Ciro, por su contextura, y a Criqui, por las colas atrás. Todo ocurrió en cinco minutos en la carrera 5.ª con calle 15".
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