
LA PATRIA | MANIZALES
José Uriel Villa Aguirre, condenado por hurto agravado y calificado, llegó ayer al Palacio de Justicia con la idea de que el Tribunal Superior de Manizales le concediera el beneficio de la prisión domiciliaria. Su argumento: ser padre cabeza de familia, pues dijo ser el directo responsable de dos hijos menores de edad.
Sin embargo, sus pretensiones y las de su compañera sentimental, que estaba en la sala de audiencias, no fueron aceptadas por la ausencia de pruebas.
Primero, la magistrada explicó que no se aportaron los registros civiles de nacimiento. Además, los menores, de 14 y 12 años, no llevan el apellido del sentenciado, pero sí el de la mamá. Eso da a entender que no es el padre biológico, así los auxilie emocional y económicamente.
Añadió la magistrada que sí puede haber otras personas que respondan por los adolescentes, como la propia mamá, que potencialmente puede trabajar.
Adicional a eso, se aportó un documento donde tres personas, de la misma familia de Villa Aguirre, dan fe de que él responde por los menores. "Puede tomarse como una coartada para evadir la responsabilidad penal", dijo el Tribunal.
Terminada la audiencia, la compañera sentimental del sentenciado se paró y le dio un beso, mientras él estiró las manos para que el guardián del Inpec lo esposara y lo llevara de nuevo a su sitio de reclusión.
La Ley 750 del 2002 hace referencia a la prisión domiciliaria y el trabajo comunitario.
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