LA PATRIA | MANIZALES
El aforo de la primera planta del salón principal del teatro Los Fundadores se llenó. 800 estudiantes del Liceo Isabel la Católica, Instituto Universitario e Instituto Tecnológico llegaron ayer en la mañana al evento Delinquir no paga, organizado por la Alcaldía, el Inpec y la Policía, con la idea de hacerlos reflexionar sobre las decisiones que toman en sus vidas.
El objetivo era claro para Hernando Peláez, secretario de Gobierno municipal: que los jóvenes vieran cómo en un abrir y cerrar de ojos toda la vida puede cambiar.
Consecuencias
Claudia Patricia está condenada a 18 años por homicidio y concierto para delinquir, lleva 5. Pagará nueve si su comportamiento le permite.
En una noche de licor tomó una decisión que llevó su vida al fracaso. En un puesto de comida del Parque Olaya, junto a su novio y dos amigos, retó a una mujer que supuestamente la miraba mal.
Eso no le gustó a la otra, quien se quejó con su pareja y esta reaccionó pegándolo un puño a Claudia en la cara. Su novio le respondió con una puñalada y lo mató. El muerto -un camarógrafo- y su novia se iban a casar en dos días.
Una patrulla de la Policía los llevó a una estación, donde tres horas después se despertaron en medio del peor guayabo de sus vidas y con la noticia de estar capturados por el delito de homicidio.
Ayer, al final del evento, Claudia aconsejó a los jóvenes: "No prueben finura con los demás, respiren y piensen antes de actuar".
Poesía, la salida
Las letras ayudan a los presos dentro del penal. Camilo Varela, encargado del proyecto Lee y escribe tu mundo, reflexionó en que la cárcel tiene unas puertas muy grandes para entrar y muy pequeñas para salir, por lo que se necesitan actividades de carácter humanizante, como su proyecto.
Dos asistentes al encuentro de ayer, presos también en La Blanca, tenían libros de su autoría en sus manos. Celebraron que puedan distraerse, en medio del ambiente hostil que tiene por naturaleza una prisión.
También fue la oportunidad para recordar a su compañero de letras Juan David Marín Quintero, quien se convirtió en ejemplo de muchos en la cárcel de Aguadas, en donde terminó de pagar su pena de 26 meses por tráfico de estupefacientes, y que fue asesinado el 30 de abril en casa de su abuelo, en Santa Rosa de Cabal (Risaralda), cuando llevaba apenas dos meses viviendo con su familia y soñaba con publicar su primer libro de poemas que escribió encerrado.
La cifra
3.489 de los 4.028 internos que albergan las nueve cárceles de Caldas, dedican su tiempo en trabajo, estudio o enseñando. 2.227 laboran, 1.198 se capacitan y 64 imparten conocimiento.
Estudiantes comprometidos
Alejandro Holguín, Instituto Universitario
Debemos valorar lo que tenemos, la libertad, los derechos que tenemos, no podemos dañar nuestras vidas con solo una decisión.
Juan Sebastián Cardona Aristizabal, Instituto Técnico Francisco José de Caldas
Importante porque nos dan enseñanzas de vida. Uno aprende cómo se debe comportar en la vida frente a la intolerancia.
Juan Esteban Martínez, Instituto Universitario
Muy reflexiva la parte de los internos, tomaron malas decisiones. Nosotros podemos llegar a ese hueco si tomamos malas decisiones.
Alejandro López, Instituto Técnico Francisco José de Caldas
Los jóvenes debemos entender que el estudio es mejor para salir adelante y para no vivir las experiencias de los que están en la cárcel.
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