Atropelló a un policía y quería evadir el juicio

LA PATRIA | MANIZALES

Un hombre, que aparentemente conducía en estado de embriaguez, y a quien señalan de atropellar a un policía de tránsito, esperaba que un principio de oportunidad le permitiera salvarse de un juicio oral. Sus disculpas y una indemnización no fueron suficientes.

La presunta agresión ocurrió el 7 de julio del 2015. El uniformado recibió una alerta de un radioperador sobre la presencia de un conductor ebrio por la Avenida Santander. En la calle 45, en dirección hacia el Cable, lo interceptó.

El patrullero se ubicó frente al vehículo y le solicitó los papeles al conductor, quien prefirió arrancar llevándoselo sobre el capó. Lo arrastró dos cuadras hasta que frenó y lo lanzó sobre el pavimento. Luego huyó.

Sin embargo, quien supuestamente conducía el carro se presentó ante la Policía al día siguiente aceptando la responsabilidad de lo que sucedió. Un fiscal le imputó cargos por violencia contra servidor público.

Para resarcir al lesionado, el señalado no solo lo indemnizó económicamente, sino que se disculpó ante un grupo de uniformados en el Comando de Policía y en la Estación de Radio expresó su compromiso de no volver a cometer un acto de estos.

Sin principio

Según el artículo 324 del Código de Procedimiento Penal, el principio de oportunidad puede darse "cuando se afecten mínimamente los bienes colectivos, siempre y cuando se dé la reparación integral y pueda deducirse que el hecho no volverá a presentarse". Con esto se busca que se disminuyan la pena principal, inhabilidades y multas.

La Fiscalía solicitó este principio para el imputado, el pasado 6 de enero, ante el Juzgado Segundo Penal Municipal de Manizales, pero negó ese recurso. En segunda instancia, el Juzgado Quinto Penal del Circuito ratificó la decisión. Por eso el juicio oral se realizará en mayo próximo.

Argumentos

Según el juez que resolvió la segunda instancia, no se puede considerar que hubo una afectación mínima porque con la agresión al policía, que lo dejó incapacitado por dos días, se evitó que cumpliera con su labor preventiva y velara por la seguridad de los ciudadanos.

Además, como producto del atropellamiento, el uniformado no pudo verificar si el hombre conducía en estado de alicoramiento.