LA PATRIA | MANIZALES
A Yeison Quintero Quintero, alias Morocho; Javier García Hernández, alias Masato, y Kevin Caro Guzmán, alias Moro, los condenaron en segunda instancia a 31 años y ocho meses de prisión por su responsabilidad en un atentando con granada contra una persona que se encontraba en su vivienda en Chinchiná.
La decisión, de segunda instancia, modificó la sentencia que dictó el Juzgado Penal del Circuito Especializado de Manizales, que inicialmente les impuso 35 años años y un mes de prisión.
Tanto en primera como en segunda instancia los encontraron culpables por tentativa de homicidio agravado, tráfico y porte de armas de fuego de uso privativo de las Fuerzas Militares y lesiones personales agravadas.
La modificación de la sentencia, dictada por el Tribunal Superior de Manizales, con ponencia del magistrado César Augusto Castillo Taborda, consistió en suprimir el delito de terrorismo, que sí tuvo en cuenta el juez de primera instancia.
El caso
El ataque ocurrió el 14 de marzo del 2014 en el barrio Progresar 3. De acuerdo con la investigación, cuando llegó la policía, a alias Moro lo señalaron en el sitio varias personas como el que lanzó el artefacto y huía en ese instante.
Caro Guzmán se subió a un carro en el que se encontraban Morocho y Masato. Tras una persecución que duró 15 minutos lograron hacerlos parar.
El atentando iba dirigido a un hombre que se encontraba en ese momento parapléjico como producto de un atentado que sufrió dos meses atrás. La explosión le produjo lesiones a tres adultos y a un menor.
El juicio
Un hecho llamativo del juicio oral es que las víctimas se volvieron renuentes a declarar, por lo que el juez ordenó a la policía judicial que los condujera y cumplieran con este deber.
La defensa argumentó que en realidad nunca hubo quien señalara a Moro como la persona que lanzó la granada, aunque era el único que huía de la escena de la explosión.
De igual manera cuestionó varios testimonios de los policías. Aseguró que nunca hubo una persecución y que cuando les ordenaron parar el vehículo, así lo hicieron. Los reparos que hizo el defensor los respondió el Tribunal.
Jamás se aclaró en el juicio oral, ni tampoco lo determinó el Tribunal, por qué se llevó a cabo el atentado. Se habló de un lío pasional de un jefe de la banda Los R-6, con el hombre que era objetivo del ataque. Así mismo salió a relucir que hubo amenazas contra testigos para que no declararan.
No es terrorismo
Lo único que se le concedió a la defensa fue eliminar el cargo de terrorismo, pues para que este se produzca tiene que existir la intención de sembrar temor en una comunidad. Para el Tribunal, se trató de un atentado dirigido en contra de una persona, al punto de que la granada se lanzó a la parte alta de la casa, donde esta se encontraba.
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