Vanessa Sánchez
LA PATRIA | Manizales
“De esta no te salvás”, le gritó a la mujer de 39 años, mientras le quebraba un televisor pantalla plana en los pies y se paraba sobre él. Siempre llegaba pasado de tragos, un alcohólico que tomaba de lunes a domingo y agredía a su pareja -con quien no se había casado- solo por perder el control de sus emociones.
“Me pegaba porque sí o porque no. Cuando estaba dormida él me levantaba y me daba con una correa o puños y patadas. Mis tres niños pasaron años viendo eso, hasta que un día lo enfrenté y llamé a la policía. A uno le da miedo que los hijos se queden sin sustento en el hogar y ese era mi temor para demandarlo”, asegura la señora, quien seis años después vive con una nueva pareja y lejos de la violencia física y emocional.
Fueron momentos dolorosos, incluso llegó a pensar que quería matarlo. “Uno piensa muchas cosas cuando lo agreden. Imaginaba que cuando cuando dormía, después de una borrachera, lo iba a matar... Me producía mucha ira que me agrediera sin razón... Era muy celoso y como soy ama de casa siempre decía que yo metía a otro y le era infiel”, relata.
Casos como este son comunes en el departamento y en el resto del país. En Colombia, según Medicina Legal cada 13 minutos una mujer es víctima de algún tipo de agresión. En el 2015 se registraron 1.007 casos de mujeres asesinadas y hubo 16 mil denuncias de violencia sexual.
De acuerdo con el informe de Medicina Legal (Forensis 2014) en Caldas se presentaron 947 casos de violencia contra las mujeres, siendo Manizales (476), La Dorada (144) y Chinchiná (98) los tres municipios que más víctimas reportaron.
Las ciudades con más reportes de agresión contra ellas son: Bogotá, Cali y Medellín, siendo las menores entre los 10 y 14 años las principales víctimas.
El viernes se celebró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, un tema que preocupa en las agendas del gobierno no solo por el impacto social que tiene, sino por la necesidad de crear políticas públicas y leyes que aboguen por sus derechos.
Yasmin Gómez Agudelo, defensora del Pueblo, señaló que durante la conmemoración de este día realizaron un conversatorio denominado Nos queremos vivas, en el cual diferentes mujeres víctimas de maltrato -en todas sus modalidades- contaron sus historias de vida. Lo que más le preocupa son los crecientes casos contra las transgeneristas.
“En Caldas hemos avanzado, pero no como quisiéramos. La Ley 1761 del 6 de julio del 2015 creó el feminicidio como un delito autónomo. Fue bautizada Rosa Elvira Cely, en recuerdo de una mujer brutalmente asesinada por un conocido en el Parque Nacional de Bogotá. Aunque este ha sido un gran paso, falta generar espacios donde ellas sean escuchadas”, sostuvo.
En Manizales, Daniel Quintero Aguirre, de 20 años, es la primera persona que condenarán por feminicidio tentado. Es la primera imputación de este tipo en Manizales desde que rige la Ley Rosa Elvira Cely. El joven atacó a su expareja, porque no quiso regresar con él. La amenazó, incluso con el pequeño que tienen en común, pese a que ella no accedió a sus peticiones.
De acuerdo con la Organización para las Naciones Unidas (ONU), el maltrato contra la mujer se utiliza para referirse a cualquier tipo de maltrato físico, psicológico o verbal en contra de las mujeres. También se incluyen la discriminación y menosprecio llegando hasta su punto máximo con la violencia física o provocar la muerte.
“En Colombia la violencia contra la mujer se ha incrementado durante los últimos años, resultando en un mayor número de denuncias. Asimismo, en un incremento en la impunidad de crímenes relacionados con mujeres. Los casos de violencia intrafamiliar y crímenes pasionales son grandes causantes de la violencia contra la mujer”, señala el informe de la ONU.
Para esta entidad, este modalidad, es quizás la más vergonzosa de la violación de los derechos humanos, pues no conoce límites geográficos, culturales o riquezas. “Mientras continúe, no podremos afirmar que hemos avanzado hacia la igualdad, el desarrollo y la paz.”, aclara el documento.
Según la Martha Luz Páez Cala, magíster y coordinadora de la especialización en Psicoterapia y Consultoría Sistémica de la Universidad de Manizales, el maltrato contra la mujer tiene que ver con la historia familiar y con el aspecto patriarcal. Según ella, pese a que el discurso de la equidad e igualdad puede con todo, en la práctica el trato es excluyente, anulante y dominante.
“El análisis no es tan sencillo, hay que contextualizarnos en la cultura patriarcal donde el hombre tiene el poder económico, social y afectivo, y la mujer desempeña tradicionalmente un rol subordinado. No podemos decir que esa cultura ya la hemos superado, porque esos rezagos pueden pasar una o dos generaciones hasta que logremos la equidad de género”, explica Páez.
La especialista resalta que en muchas ocasiones la mujer no es consciente hastaqué punto ha asimilado esa cultura patriarcal de subordinación, de sentir que es débil, que sin un hombre al lado es muy difícil subsistir en todos los aspectos de su vida. “Hay que rastrear en la historia de cada mujer maltratada cómo ha sido la relación hombre-mujer y es frecuente que en ellas se encuentre con historias familiares de maltrato y de abuso en diversas formas en su contexto familiar”.
Asimismo, dice que la sociedad tiende a estigmatizar a aquellas mujeres que por más que las maltraten se quedan al lado de su pareja. Sin embargo, aquellas que se dedican al cuidado de los hijos y del hogar, ante una situación de separación, tienen miedo de quedar desprotegidas o de ser estigmatizadas por no saber luchar por su matrimonio.
Martha Luz Páez indica que hay que estar atentos a las diferentes señales de maltrato como irritabilidad, falta de respeto ya sea físico o verbal, celopatía o actitud controladora. Si detecta un indicador de estos es importante que frene la situación e informe a sus redes de apoyo, pues los límites a tiempo son sanos para evitar una muerte.
La violencia tiene cuatro fases. La primera es de relativa tranquilidad en el vínculo, luego se manifiestan periodos de tensión (pierde el control, termina culpabilizando, estigmatizando), la tercera es el estallido, cuando la violencia emerge en todas sus formas, y la cuarta el periodo de retraimiento. Usualmente, el victimarío pide perdón y justifica su comportamiento en su niñez, en crianza o problemas económicos, la víctima lo perdona consciente de que puede repetirse”, ilustra.
Para ella, en ocasiones es conveniente que la pareja acuda a un terapeuta de pareja para analizar qué está pasando y saber cuál de los dos necesita recibir orientación. En los casos de violencia extrema, lo aconsejable es separarse, poner una medida cautelar, porque en estas situaciones el hombre siente que perdió el control de la mujer y si no puede tenerlo termina como ha sucedió, atacándola con ácido y dañando todo el proyecto de vida de ella y su familia.
El maltrato contra la mujer no se relaciona con el bajo nivel económico y educativo de la mujer. Lo que sñi tiene relación es la forma como se ataca y las vías para hacerlo, siendo las agresiones físicas las más comunes por celos e infidelidad, de cuerdo con Forensis 2014.
Destacado
En Caldas se presentaron 438 exámenes médicolegales por presunto abuso sexual siendo Manizales(199), Riosucio (40) y Chinchiná (26) los tres municipios con más mujeres reportadas.
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