LA PATRIA | Manizales*
En los 12 meses transcurridos desde que se notificó el primer caso confirmado de enfermedad por coronavirus (COVID-19) se han reportado casos en todos los continentes. El 6 de marzo se confirmó el primer caso en Colombia y hasta el momento hay 1´425.774 casos, con una tasa de mortalidad de 78 muertes por cien mil habitantes, Colombia está en una fase de transmisión de alto nivel en la que es esencial tener en cuenta múltiples estrategias de salud pública basadas en la evidencia, tanto a nivel individual como comunitario. Las principales recomendaciones del CDC para reducir la transmisión de COVID-19 son: uso universal de mascarillas, distanciamiento físico, evitar espacios interiores no esenciales, aumentar las pruebas, poner en cuarentena inmediata a las personas expuestas, proteger a las que tienen un mayor riesgo de enfermedad grave o muerte, proteger a los trabajadores esenciales, posponer los viajes, mejorar la ventilación y lograr una cobertura generalizada de vacunación contra COVID-19.
Fuente: https://www.nature.com/articles/s41586-020-2918-0 Elaborado por: T. González-Pérez, L. Perdomo-Hurtado. Universidad Autónoma de Manizales
Los datos recolectados hasta el momento muestran a la edad como un factor de riesgo claro (gráfico 1). Un estudio en donde se analizaron los casos fatales por COVID-19 respecto a los contagios en todo el mundo, mostró que a mayor edad la enfermedad es más letal [1]. Por esta razón la vacunación se iniciará con la población adulta mayor. El distanciamiento social y evitar el contacto en sitios cerrados con personas adultas salva vidas.
Entre otros hallazgos encontrados por la comunidad científicas están asociados con la relación que tiene la enfermedad con el tipo de sangre y el Rh como factores de riesgo. Investigaciones recientes han demostrado una asociación entre los tipos de sangre ABO y el riesgo de COVID-19. Se encontró una mayor proporción de pacientes con síntomas severos de COVID-19 en personas con grupos sanguíneos A y una menor proporción en pacientes con grupo sanguíneo O [2]. Otro hallazgo reciente mostró que los pacientes asintomáticos tenían cargas virales iniciales similares (la cantidad de partículas virales presentes en un frotis de garganta) en comparación con las personas con síntomas. Hay evidencia compartida si un asintomático contagia de igual manera que un sintomático. Las investigaciones muestran que un asintomático contagia un 33% y el periodo de contagio es más corto de lo que contagiaría un sintomático, lo que sí es claro, es que ambos contagian y deben seguir con los mismos estrictos protocolos de bioseguridad y distanciamiento [3].
En los primeros meses de la pandemia, el énfasis en el lavado de manos como la estrategia más importante de mitigación fue ampliamente difundido. En los últimos meses, existe un consenso entre muchos científicos quienes no recomiendan enfocar la publicidad exclusivamente en el lavado de manos como actividad principal de mitigación, dado que da la falsa sensación de protección y en realidad es poco probable contraer el virus desde una superficie [4]. En contraste a lo anterior, los últimos hallazgos muestran que el contagio en su mayoría se da vía aerosoles. Es por esto por lo que muchos de los recientes estudios se han enfocado en las investigaciones teóricas de los mecanismos de flujo de fluidos involucrados en la emisión y dinámica de partículas cargadas de virus. Las partículas infectadas se originan en el tracto respiratorio de la persona y se expulsan por la nariz y la boca al respirar y se intensifican al hablar, cantar, estornudar y toser. Una vez expulsadas por la boca o la nariz, las gotas respiratorias más grandes sufren un asentamiento gravitacional antes de la evaporación; por el contrario, las partículas más pequeñas se evaporan más rápido de lo que se asientan, formando posteriormente los núcleos de gotitas en aerosol que pueden suspenderse durante períodos prolongados y transportarse en el aire a largas distancias. El uso de mascarillas ha demostrado ser una de las medidas de protección más eficaces contra la transmisión de virus por el aire. [5].
Los autores de la nota instamos a las personas a interactuar sólo en espacios abiertos o con una adecuada ventilación. Los tapabocas podrían esencialmente reducir la distancia recorrida por una gota cargada de virus y, por lo tanto, tiene un gran potencial para brindar protección personal contra infecciones transmitidas por el aire, y reducen la emisión de grandes gotas respiratorias que se liberan al toser, estornudar y hablar. Esto explica diversos casos de altos contagios por un único infectado o de no contagio al estar en contacto próximo con algún positivo. Entendiendo la dinámica de aerosoles, la comunidad científica ha realizado diversas propuestas en donde claramente el uso de un tapabocas adecuado, espacios bien ventilados con mínimo 10 recambios de aire por hora, usar un tono de voz moderado, distancias entre 2 y 4 metros entre personas minimizan la posibilidad de contagio. Se recomienda a las autoridades de salud de los municipios y departamentos, a enfocar las campañas de prevención al uso intensivo del tapabocas puesto que, si el 70% de la población usa estrictamente el tapabocas y evita espacios interiores sin aireación, se puede frenar el contagio [5].
Por lo anteriormente expuesto, un posible regreso presencial bien sea parcial o total se hace factible a partir de las investigaciones realizadas en transmisión de aerosoles de los últimos meses. La simulación realizada por el MIT establece el tiempo en que un ambiente es seguro, siguiendo los determinantes anteriormente expuestos, dado que el tiempo de contacto está directamente relacionado con el nivel de carga viral [6]. Adaptando esta simulación a un aula de clases como, por ejemplo, con dimensiones para aproximadamente 28 personas, condiciones del comportamiento de los estudiantes y el docente, y las condiciones ambientales del aula, configurando las determinantes siguientes:
Variable |
Valor seleccionado |
Aula |
Para un promedio de 28 personas |
Dimensiones |
6 m x 5.5 m x |
Sistema de ventilación |
Ventanas abiertas |
Sistema de filtración |
Ninguno |
Tasa de recirculación |
1 ACH – Moderado (recambio de aire por hora) |
Humedad relativa |
96% promedio en Manizales |
Personas en el aula |
28 |
Nivel de esfuerzo |
Alumnos sentados – 1 docente de pie |
Actividad respiratoria |
Hablando tono normal |
Eficiencia de filtración |
|
Tolerancia al Riesgo |
0.1 – personas sin comorbilidades ni edad > 65 años |
Elaborado por: T. González-Pérez, L. Perdomo-Hurtado. Universidad Autónoma de Manizales
La simulación nos muestra que, si este salón tiene 28 personas, sus ocupantes deberían estar seguros por 2 horas. Si las personas permanecen aproximadamente 2 horas seguidas en este lugar, la ocupación debería limitarse a 21 personas o si en el mismo salón se tienen menos de 9 personas, estas estarían seguras por un período de tiempo indefinido.
Los autores de esta nota creemos que sí es posible regresar a clases, sí y sólo sí, las aulas cuentan con las condiciones especificadas en la simulación, además del seguimiento a síntomas de todas las personas antes de iniciar la clase y el uso estricto del tapabocas. En la medida de lo posible se debe cambiar el tapabocas cada 24 horas.
[1] O’Driscoll, M., Dos Santos, G. R., Wang, L., Cummings, D. A., Azman, A. S., Paireau, J., & Salje, H. (2020). Age-specific mortality and immunity patterns of SARS-CoV-2. Nature, 1-9.
[2] Zietz, M., Zucker, J., & Tatonetti, N. P. (2020). Associations between blood type and COVID-19 infection, intubation, and death. Nature communications, 11(1), 1-6.
[3] Nogrady, B. (2020). What the data say about asymptomatic COVID infections. Nature.
[4] Goldman, E. (2020). Exaggerated risk of transmission of COVID-19 by fomites. The Lancet Infectious Diseases, 20(8), 892-893.
[5] Kumar, S., & Lee, H. P. (2020). The perspective of fluid flow behavior of respiratory droplets and aerosols through the facemasks in context of SARS-CoV-2. Physics of Fluids, 32(11), 111301.
[6] Bazant, M. Z., & Bush, J. W. (2020). Beyond Six Feet: A Guideline to Limit Indoor Airborne Transmission of COVID-19. medRxiv.
* Paula Tatiana Gonzalez Pérez, docente del Departamento de Salud Oral, investigadora del grupo de Salud Pública UAM
* Luis Perdomo Hurtado, Docente del departamento de Mecánica y Producción, Investigador del grupo de Diseño Mecánico y Desarrollo Industrial “Archytas” UAM
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