B. Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
Una especie de resaca o secuela en la salud mental dejará la covid-19. Así lo pronostica el psicólogo Jaime Carmona Parra, docente de la Universidad de Manizales, quien asegura que hay un consenso mundial sobre los efectos de esta pandemia.
Explica: “cuando nos enfrentamos a situaciones críticas respondemos con todo el repertorio de nuestras capacidades, pero después de que pasa el riesgo o la crisis quedan efectos de alto impacto emocional”.
Va más allá, porque según dice, lo que se proyecta es que aumentarán las tasas de ansiedad y depresión, y también las de suicidio que ya evidenciaban un incremento desde antes de la pandemia, no solo en esta zona, sino en el mundo y que se estabilizaron o bajaron un poco en lo que va de la emergencia.
Esto coincide con una investigación del Instituto de Salud Global de Barcelona en el que se urge a incluir los servicios de salud mental como esenciales.
Crisis global
Las autoras del estudio auguran una crisis global sin precedentes en relación con la salud mental y plantean si esto puede convertirse en otra pandemia después de la emergencia.
"La covid-19 ha afectado la salud de las personas, pero también a sus objetivos personales, su dinámica familiar, su rol laboral y su estabilidad económica", corroboran las expertas.
Así sucedió con un hombre de 55 años, sano, sin patologías de base o algún tratamiento, y con un trabajo aparentemente estable, a cargo de sus hijos universitarios y de su esposa.
Con la llegada de la pandemia pensó que podría seguir adelante sin importar lo difícil que fuera, pero la empresa donde laboraba quebró, lo despidieron, terminó en su casa sin saber qué hacer, por eso pensó en quitarse la vida como la solución más inmediata para lo que le estaba pasando.
Por fortuna, acudió a la telemedicina con el propósito de consultar por esas ideas suicidas recurrentes. Recibió primeros auxilios psicológicos con atención de psicología, psiquiatría y medicina y luego fue remitido a la EPS.
Lo que se sabe es que el señor no tenía antecedentes de desorden mental y aun así cayó en una depresión profunda, porque sus fuerzas físicas y emocionales no aguantaron la situación que estaba viviendo por efecto de la pandemia.
Condiciones extremas
Ante las inequidades y tropiezos que ha dejado esta emergencia, Carmona Parra admite que los más afectados son los que por razones de su oficio o por circunstancias personales estuvieron más expuestos al aislamiento, a condiciones extremas de precariedad como perder su fuente de empleo.
También cita al personal de la salud, que se sobre-exigió, no solo por sus condiciones laborales precarias, sino por lo que estaba enfrentando, lo mismo que aquellos que vivían solos o los que se separaron antes de la pandemia o un poco después y se quedaron sin compañía y aislados.
Otros que tuvieron un cambio significativo fueron los adultos mayores que se quedaron más solos porque sus hijos no podían visitarlos ante el riesgo a un contagio.
En conclusión, fueron muchos los grupos poblacionales que estuvieron más expuestos a la crisis y con más afectaciones. Sin embargo, según Carmona, los que están entre los 29 y los 59 años siguen más vulnerables. Como lo evidencia el informe Forensis del 2020, cuya tasa más alta de suicidio consumado sucedió en esa franja, en un promedio muy alto si se compara con otras poblaciones.
“Son los más más afectados, los que más han necesitado ayuda y la siguen necesitando”.
Diferentes vías
En una reunión virutal que se desarrolló esta semana en la Universidad de Manizales, el tema fue Suicidio y pandemia.
El suicidio, según el psicólogo Carmona, se entiende como un fenómeno multideterminado, es decir, como una glorieta a la que se llega por distintas avenidas.
Entre las diferentes vías, afirma que se puede llegar por los trastornos mentales. Depresión, trastorno bipolar o ansiedad que pueden empujar al suicidio. Advierte que hay otras vías que nada tienen que ver con los trastornos.
“Una persona sana de salud mental también se puede suicidar por una crisis económica y ocurre mucho en el mundo que personas exitosas tienen un revés económico y no aguantan porque sienten que ya no tienen salida sin que estén deprimidos o con un ataque de ansiedad”.
El experto lo resume en estas palabras: es una crisis vital producto de una separación, una pérdida o un duelo que los puede empujar al suicidio.
Admite también que hay otros casos, como la exclusión por razones de la orientación sexual, por diferencias étnicas o desempeño académico. “En el mundo universitario se ve mucho que hay chicos y chicas que sus compañeros los hacen a un lado, terminan expulsados por bajo rendimiento y acaban suicidándose”. También habla de la sugestión, la que considera un factor de riesgo altísimo.
Todos esos estos factores hicieron que los tres departamentos del Eje Cafetero antes de la emergencia registraran las tasas más altas de suicidio, junto con Arauca y Vaupez, que por suerte durante la pandemia observó una meseta o pequeño descenso.
El psicólogo reconoce que los investigadores en salud mental proyectan que cuando termine esta crisis que ocasionó la pandemia, es seguro que se observará un elevamiento en las tasas de suicidio, por eso atina a decir, que lo que hay que hacer “es cuidarnos mutuamente, acompañarnos y buscar ayuda”
Afrontar
La psicóloga de Telesalud Nidia Consuelo Granada Aguirre recomienda:
1. Reconocer que en estos momentos todos pasamos por un momento difícil y tenemos problemas.
2. Buscar alivio en las redes de apoyo. Hablar con la pareja, con los hijos, con los amigos. Hallar la forma de canalizar lo que está sintiendo.
3. En medio de la dificultad buscar qué le hace bien. Qué le gusta hacer, practicar un deporte, hacer ejercicio, buscar ayuda médica para valorar su salud.
4. Mirar por el retrovisor en qué otros momentos de su vida ha pasado por situaciones parecidas y evaluar qué le funcionó. Es decir, qué estrategias de afrontamiento le han servido.
5. No quedarse quieto, hacer cosas que le brinden salud. Canalizar las emociones, reírse, abrazar, tener buenos pensamientos.
6. Visitar al psicólogo o a un amigo. Hacer obras de caridad y ser agradecido.
7. A pesar de los problemas, cuidar la salud. Aprender a respirar, visualizarse de una manera diferente ayuda a estar bien físicamente.
Cómo ser apoyo
A. Aprender a leer lo que le sucede al otro, sin minimizar lo que pasa. Identificar cambios y no ser indiferente.
B. Cuando la persona se encierra más, está más callada, no come o no duerme bien, está irritable hay que hablar del tema. Preguntar qué siente y qué piensa. Llorar hace parte de la sanación.
C. Preguntar si tiene una mala percepción con respecto a su vida e identificar ideas suicidas, es algo que pasa desapercibido con facilidad. Apoyarla para que busque ayuda.
Barreras
Para la psicóloga Nidia Consuelo Granada Aguirre, con los primeros auxilios psicológicos se unen psicólogo, psiquiatra y médico para ayudar al paciente en la contención inicial. Sin embargo, cuando observan que el caso es grave, ya que la modalidad virtual no alcanza a suplir todas las necesidades del paciente, envían un reporte urgente para que la EPS lo atienda de inmediato y comience un tratamiento integral.
Aun así manifiesta que falta más diligencia de estas entidades. “Repito lo que dice la mayoría de pacientes: En la EPS
difícilmente me dan una cita con médico general, menos aún me atenderá psiquiatría”.
Los pacientes que ya reciben atención integral de su EPS también tienen acompañamiento semanal de psiquiatría y psicología de Telesalud para saber cómo se sienten y qué recaídas presentan. “Estamos para ayudarlos a continuar”.
Te cuido
La estrategia de Telesalud, que comenzó el 6 de marzo del año pasado, registró hasta el 28 de diciembre en psiquiatría y psicología atención a 2 mil 763 personas en las que su reserva emocional estaba al tope.
También hicieron la contención a 36 casos de intento suicida y 73 de ideación suicida.
Certidumbres
El psicólogo Jaime Carmona Parra sostiene que el suicidio es un indicador extremo que muestra una afectación mayor, pero también hay otras situaciones que desató la covid-19: problemas económicos, separaciones, violencia doméstica, feminicidios, sin ignorar que en el campo laboral, los despidos y el fenómeno burnout o sentirse quemado también dejaron huella.
Por eso recomienda vivir de certidumbres, apoyarse en los que ama y no generar grandes expectativas a largo plazo, sino viviendo el día a día.
“Con la covid, la proximidad física es un riesgo de contagio y como los latinos somos más del abrazo y del beso, tenemos que aprender a transmitir la calidez con las palabras habladas o escritas, con la escucha, con la mirada”.
Es decir, una distancia física con proximidad social, entendida como solidaridad.
Favorecidos
En cuanto a los niños y la población más joven, el psicólogo Jaime Carmona Parra sostiene que hay que tener en cuenta dos factores:
Su necesidad de interacción los hace extrañar a sus amigos, volver al colegio y reencontrarse. Y a la vez poseen una maravillosa capacidad para adaptarse mucho mejor que los adultos, lo que hace que esta pandemia no los afecte tanto.
Por eso, asegura que el pronóstico no solo en lo orgánico, sino en lo psicológico es más favorable.
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