Elizabeth R. Rojas
LA PATRIA | Manizales
A Ofelia* le resultó muy fácil suministrarle a su hija amoxicilina con cierta periodicidad. Lo hizo por años, cuando más se complicó la amigdalitis que la pequeña sufría. Eso, al final, la afectó en la adolescencia.
De lo que causó en ella la toma de ese antibiótico automedicado leerá en las primeras líneas de este artículo. Además qué relación tiene esa práctica peligrosa con la Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de Antimicrobianos, que cada año se conmemora del 18 al 24 de noviembre.
Llegaron al punto en el que dicho fármaco no obraba en la condición que padecía la adolescente. Después de eso, para tratar los continuos ataques a su garganta (cada 15 días), empezaron a inyectar penicilina cada mes. Tampoco sirvió y la única vía fue la amigdalectomía, extirpación de dichas glándulas.
Según el especialista que la intervino, el abuso de estas sustancias resulta perjudicial para la salud. Subrayó que lo que se logra es una resistencia al producto y retrasar la atención indicada por los expertos.
Daño infligido
Sobre el tema habló María Virginia Villegas Botero, internista e infectóloga, que promueve la toma formulada de cualquier medicamento, más si es un antimicrobiano como lo son distintos antibióticos.
Estos últimos están indicados para tratar las bacterias (también hongos y parásitos), que tienen una gran capacidad de mutar: "Es que llevan millones de años adaptándose. Tienen diferentes mecanismos para resistirse a los antibióticos: Evitan que el fármaco entre, lo expulsan hacia el exterior nuevamente y hasta hacen cambios donde el antibiótico se va a pegar para inhibir la replicación de dicho microorganismo".
Se conoció que cuando los antibióticos se emplean para cosas que no se requieren, se mata a las bacterias buenas que tenemos en el intestino generando la microbiota. Eso le permite a aquellas que ya tienen desarrollados ciertos mecanismos para sobrevivir, que puedan poblar al paciente en su tracto gastrointestinal.
"Siempre hay un balance entre el antibiótico tratando de matar a la bacteria y, esta última, generando mecanismos para evitar que el antibiótico la mate. De allí es que viene la resistencia bacteriana", dijo Villegas, que tiene una maestría en microbiología.
De la automedicación
Agregó: "Desafortunadamente las personas pueden comprar medicamentos de manera libre en la farmacia, eso hace mucho daño. Cuando la gente siente una gripa, principalmente, ingiere antibióticos, lo que no debería ser. Un antibiótico no va a cambiar el curso de una gripe, que es un proceso viral. Tienen que saber que los virus se autolimitan solos, entre 5 y 7 días".
Eso de la automedicación, según la experta, es muy peligroso para la salud general. Aseguró que las personas se automedican para muchas cosas, siendo los síntomas respiratorios, de alergias, de virus, para lo que más utilizan antibióticos y no hay necesidad.
"Pasa también que la gente resulta tomando medicamentos que no tienen nada que ver con la bacteria que tienen. Los antibióticos están hechos para una bacteria adecuada, por un tiempo determinado, en una dosis precisa y debe suspenderse rápidamente. ¡Hay que seguir las recomendaciones médicas!".
No debe haber un consumo innecesario de fármacos: "Que la gente no le pase al familiar lo que le sobró de antibiótico, porque seguramente van a tener bacterias diferentes y distinto tendrá que ser el tratamiento".
Villegas explicó que la bacteria que causa infecciones urinarias es muy diferente a la que causa amigdalitis o a la que causa neumonía. Osea que no le sirven los mismos antibióticos.
"Si se autoformula, puede pasar que la bacteria se haga resistente y que cuando la persona ya llegue al hospital con una infección seria, el médico pierda mucho tiempo tratando de encontrar un antibiótico que sirva", concluyó Villegas.
* El nombre de la progenitora fue alterado por solicitud de la fuente.
En tiempo de coronavirus
"La mayoría de personas con coronavirus, no presentan una sobreinfección bacteriana. Todos los síntomas se deben a la covid-19. Hay un porcentaje, de menos del 5% de los pacientes, que se van a sobreinfectar con una bacteria. Es decir que el virus está allí, bajó las defensas y vino la bacteria", explicó Villegas.
La profesional calificó de error el prevenir la situación tomando antibióticos antes de que eso ocurra, lo que también lleva a una resistencia bacteriana: "Al final puede que se tomen un antibiótico y la infección sea por otra bacteria diferente para la que tomaron el antibiótico".
Villegas indicó que los virus suelen resolverse solos, pero que es muy complicado si cuando aparece una bacteria, además del virus, se hace necesario tratarla con antibióticos y ya hay una resistencia.
"Las fórmulas que rodaron por redes sociales son absolutamente nefastas. La gente consumió ivermectina, que es un antiparasitario. No solo fue eso, se tomaron muchas otras cosas para evitar el coronavirus. Esto se evita con una máscara o tapabocas, con el distanciamiento y con un excelente lavado de manos".
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