Mitos sobre las infecciones vaginales

Elizabeth R. Rojas

LA PATRIA | Manizales

Carmenza* tiene 34 años y sintió una molestia vaginal hace 20 días. Descubrió que cada que usa un pantalón se le irritan la zona genital, la ingle y la entrepierna. Que siente comezón y que, entre más se rasca, la incomodidad es mayor.

Desesperada por lo que pasaba botó la prenda y compró un medicamento que le recomendó un comercial de televisión. Lo aplicó en las regiones afectadas, pero no obtuvo los resultados esperados. Por el contrario, sintió que subió la temperatura vaginal y un olor desagradable junto a un flujo blanco.

"La situación llegó a ser desesperante. La irritación era tan molesta que hasta me impedía caminar bien. Me tocaba desplazarme con las piernas abiertas para evitar el roce. Y cuando iba al baño, si a la irritación le caía orina, me quería morir del desespero", narró la afectada.

La semana anterior acudió al médico. El profesional realizó el diagnóstico y tratamiento adecuado, con lo que disminuyeron los síntomas de la infección vaginal. Hoy dice estar mucho mejor.

Mito

Contrario a lo que Carmenza cree, su padecimiento no fue producto del uso del pantalón. Diego Salazar Tafur, ginecólogo y profesor universitario, aseguró que las infecciones en los genitales de las mujeres no se producen por el contacto con la ropa, toallas higiénicas, protectores o tampones, etc, que son mitos.

"Ningún flujo se produce por esta razón. Es porque algo intravaginal está ocurriendo", mencionó el especialista adscrito al Centro Médico Guayacanes.

El galeno señaló que los genitales externos se deben asear de la misma manera que el resto del cuerpo, con agua y jabón. Que no se requieren productos especiales, pero que sí es importante secarla bien, ya que la humedad favorece a que diferentes organismos colonicen la zona genital y se desarrollen infecciones.

Sobre los jabones íntimos líquidos que se promocionan, tanto para adultas como para niñas, Salazar puntualizó: "Son estrategias de mercado y no son absolutamente necesarios. Pueden cambiar el pH (niveles de hidrógeno en la mucosa vaginal). El valor normal va de 3.8 a 4.2 y en las infecciones vaginales también el pH puede variar".

Tipos

Salazar explica que existen dos tipos de infecciones vaginales. Las fisiológicas, que no tienen nada que ver con las relaciones íntimas, y las que se dan por transmisión sexual.

"La vagina tiene un sistema de defensa propio, unos bacilos acidófilos (bacterias) que la protegen de las infecciones. Estos producen sustancias que impiden que la ataquen microorganismos que causan algunas molestias", mencionó el especialista.

Fisiológicas

La infección vaginal fisiológica más frecuente es la vaginosis, dijo Salazar. Detalló que cuando la población de bacilos disminuye, pueden proliferarse otras bacterias que viven en la vagina, generarse un desequilibrio y producirse la patología. Esta fue la que adquirió Carmenza.

"Es la pérdida de la protección normal de la vagina, por hechos como el embarazo, la menstruación -sobre todo- si es muy prolongada, la diabetes. También por hechos externos como los lavados intravaginales innecesarios, la utilización de óvulos no recomendados, los juguetes sexuales mal aseados, etc", especificó.

El especialista explicó los problemas que pueden ocurrir cuando se presenta el periodo menstrual: "La sangre tiene un pH muy alto. Cuando se hace presente por mucho tiempo, altera el pH vaginal, daña los bacilos acidófilos y se vuelve propicia la zona para otro tipo de bacterias".

Salazar contó que la vaginosis ocurre en pH que van del 4,5 al 5,5 y que se caracteriza por un flujo muy abundante de color blanco grisáceo, que las pacientes refieren que la secreción tiene un olor muy fuerte y penetrante y que le puede dar a cualquier mujer. No siempre tiene que ver con la actividad sexual.

"También está la infección causada porque la vagina está muy limpia y el pH está muy bajo (menor a 4.5). Es causada por hongos y se caracteriza por prurito (comezón) intenso, quemazón, dolor y úlceras. El flujo en este caso es blanco, no es muy abundante ni huele mal, pero cuando el médico examina es espeso, tipo nata de leche. La irritación puede llegar a la entrepierna", manifestó.

Salazar explicó que las infecciones por hongos se pueden desencadenar en pacientes diabéticas, usuarias de anticonceptivos orales, en tratamiento con antibióticos, embarazadas y por piscinas. De esto último apuntó: "No es que las piscinas estén infectadas, se dan por la acción antibacterial del cloro".

Por transmisión sexual

El ginecólogo expuso que las infecciones vaginales por transmisión sexual más frecuentes son aquellas que tienen origen en el gonococo y la tricomona (bacterias y protozoos de transmisión sexual). También es común el Virus del Papiloma Humano (VPH).

"El gonococo, que se da en pH mayor de 6, y la tricomona producen una secreción muy parecida, pero se les hace distinto tratamiento. Necesitan diagnóstico específico. Producen mucho prurito y suelen ser muy sintomáticos. Pueden tener efectos en las trompas o el útero, abscesos, dolor pélvico crónico e infertilidad".

El especialista también habló de los condilomas, una especie de verrugas que se presentan comúnmente en jóvenes. Señaló que son benignos, pero de muy mal aspecto.

Salazar recalcó que en la transmisión tienen mucha responsabilidad los hombres y demasiado valor el uso del condón. Especificó que a los preservativos no se les debe poner lubricantes adicionales como aceites o vaselinas, ya que pueden perforarlos y hacer más fácil el paso de las infecciones.

* Nombre de la protagonista de la historia fue cambiado por petición de la fuente.

No a la automedicación

"Las personas no se deben automedicar. Regularmente la gente no sabe qué es lo que tiene o cuál es el origen de lo que padece. No es lo que te digan en la farmacia o lo que te aconsejen por ahí. Los tratamientos así son incompletos", dijo Diego Salazar Tafur, ginecólogo y profesor universitario.

El médico recalcó que siempre es buena la valoración de un especialista, ya que este cuenta con más medios de diagnóstico para diferenciar el tratamiento a seguir.

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El uso de condón disminuye las posibilidades de contraer infecciones vaginales.