EFE | LA PATRIA | WASHINGTON
El desinterés por las vacunas y la ausencia de las mismas son las dos caras contradictorias de la moneda de la lucha contra la covid-19 en América. Mientras países como Estados Unidos la lucha está en la necesidad de convencer a la población que se vacune, en otros, más al sur del continente, la ralentización de los procesos de inmunización por la lenta llegada de los biológicos es la dura batalla diaria para frenar el avance del coronavirus.
La desinformación es la culpable
El estancamiento del ritmo de la vacunación en Estados Unidos está haciendo que el coronavirus se propague ahora entre quienes no quieren inmunizarse, ante lo cual la directora de los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky, dijo que lo que está ocurriendo es "una pandemia de personas no vacunadas".
Walensky indicó que el 99 % de las muertes por covid-19 en su país en las últimas semanas han sido de personas no inoculadas, según las cifras de los CDC.
EE.UU. responsabilizó a Rusia y a China de estar detrás de una supuesta estrategia de desinformación que puede estar estancando en varios países los procesos de vacunación.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, formuló esa acusación y dijo que se basaba en datos del Departamento de Estado que sugieren que China y Rusia difunden informaciones falsas sobre los efectos secundarios y la eficacia de las vacunas creadas en Occidente.
"Hemos descubierto que Rusia y China han promovido sus propias vacunas a través de mensajes que socavan el origen de las vacunas occidentales para ayudar a desarrollar sus programas", afirmó Psaki.
El presidente estadounidense, Joe Biden, denunció que esas noticias falsas en redes sociales están costando vidas porque mucha gente cree en sus contenidos.
"Están matando gente. Mire, la única pandemia que tenemos es entre los no vacunados", recalcó Biden antes de subirse al helicóptero Marine One hacia la residencia presidencial de Camp David (Maryland, EE.UU.).
Latinoamérica pide ayuda
Dos países latinoamericanos, Perú y Venezuela, pidieron ayer en distintos escenarios internacionales el respaldo de la comunidad internacional para que las vacunas lleguen a la mayor cantidad de personas para frenar la pandemia.
El llamado de Venezuela fue hecho por el ministro de Salud, Carlos Alvarado, quien pidió en una reunión del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas que las vacunas se declaren como un "bien público global".
El presidente interino de Perú, Francisco Sagasti, dijo en una sesión del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) que esa región debe cooperar en investigaciones en salud y epidemiología y apoyar los esfuerzos multilaterales para el acceso universal a las vacunas contra la covid-19.
En esa cita convocada de urgencia por la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinta Arden, para abordar la pandemia y sus efectos secundarios, Sagasti subrayó la necesidad de cooperación, tanto en la pesquisa científica como en las negociaciones para obtener vacunas.
Apuestan por superar el "nacionalismo de vacunas"
Los líderes de las 21 economías del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) acordaron ayer "superar el nacionalismo de vacunas" contra la covid-19 para impulsar su producción y reparto y lograr la recuperación sanitaria y económica. Incluidos el presidente EE.UU., Joe Biden, y su homologo chino, Xi Jinping, los líderes se comprometieron a apoyar "la transferencia voluntaria de las tecnologías de producción de vacunas en condiciones acordadas mutuamente".
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