José Fernando Metrio agotó la vida esperando una cirugía

B. Eugenia Giraldo

LA PATRIA | MANIZALES

A José Fernando Metrio Márquez, de 48 años, le faltaron cirujanos endovasculares que lo operaran en Manizales. El pasado domingo cerca de las 7:00 de la noche falleció en el Aeropuerto Ernesto Cortissoz de Barranquilla, tras ser remitido de Manizales.

María Consuelo Valencia, esposa de Metrio, cuenta que el miércoles 25 de mayo ingresó con su esposo a Urgencias del SES Hospital de Caldas. Él tenía un dolor fuerte en el pecho. Le tomaron un electro, un examen de tórax y otros de rutina. Todos salieron bien, por eso le ordenaron una tomografía.

Los resultados se conocieron a la 1:00 de la tarde del día siguiente. A su hija le dijeron que estaba muy grave y que lo que tenía era una disección aórtica. La familia pidió la remisión. Habló con la coordinadora de la EPS Salud Vida, Elsa Peralta, para que autorizara el traslado.

María Consuelo dijo que un médico le comunicó al paciente lo que padecía: “Si no se le practica una cirugía en horas, esto es mortal”.

José Felipe Grajales Valencia, coordinador médico del SES Hospital de Caldas, indicó que al paciente no se le practicó la cirugía, porque la institución no tiene habilitado ese servicio. “Desde que el usuario nos llegó hicimos el proceso de remisión, hablamos con su EPS, Salud Vida, y llamamos a toda la red para saber dónde nos lo recibían. Pero como se puso tan mal, salimos como urgencia vital hacia las instituciones que hacían este procedimiento”.

Según Grajales Valencia, en la Clínica Cardiovascular (Diacorsa) les dijeron que no había en ese momento cirujano de la especialidad. En Santa Sofía la respuesta fue la misma. Sin embargo, por el estado del paciente lo recibieron en este centro asistencial.

Tanto la psicóloga como el médico de cuidados intensivos del Santa Sofía le explicaron a él y a la familia la gravedad de la situación. “El médico le dijo: ¿usted si sabe que se va a morir? váyase despidiendo. Eso para él fue fatal, lo tuvieron que intubar”, asegura la esposa.

Sin quién lo opere

Gonzalo Calle Hoyos, director científico del Hospital Santa Sofía, manifiesta que el paciente tenía un aneurisma disecante de aorta, situación que califica incompatible con la vida. “Con un 99,9% de certeza creo que con o sin cirugía el desenlace era el mismo. Esto no es de tiempo, sino de ubicación y extensión de la lesión. A la familia se le dio asistencia psicológica desde que llegó el paciente, porque sabíamos la gravedad del tema”.

Señala que luego de recibir al paciente, intentaron remisión para todas las instituciones que tenían cirugía vascular en la región, lo que fue imposible. Tampoco se logró en el Hospital San Jorge o en la Clínica Confamiliares de Pereira, lo mismo sucedió en la Clínica Medellín y en la Fundación San Vicente.

Agrega que acudieron a la Fundación Valle del Lili en Cali, pero la única institución que aceptó recibirlo fue la Clínica de Barranquilla, ciudad donde falleció el domingo en la noche, cuando lo trasladaban de la ambulancia aérea a la terrestre.

Sobre la escasez de cirujanos especializados en esta rama este fin de semana, Calle Hoyos explica que todos los vasculares estaban en el VIII Simposio de Cirugía Vascular y Endovascular, que se desarrolló viernes y sábado en la Fundación Cardiovascular en Floridablanca (Santander).

La coordinadora de Salud Vida en Caldas, Elsa Peralta, no respondió a las 13 llamadas que le hizo LA PATRIA a su celular, a pesar de que se le dejaron mensajes.

De gravedad extrema

El cirujano cardiovascular Carlos Alexis Ortiz explica que hay casos en los que se diseca la aorta y el paciente en las primeras 24 horas se muere. “Esto depende de la disección, de la enfermedad de base, del paciente y si puede ser susceptible de una reparación endovascular, pero por lo general es una enfermedad con una gravedad extrema”.

Agrega que la mayoría de las veces requiere manejo quirúrgico o por endoprótesis. Según el experto, los cirujanos cardiovasculares ya poco practican esta cirugía, porque todo lo hacen los cardiólogos hemodinamistas.

Según Ortiz, en Pereira hacen este procedimiento con mayor frecuencia. “Es una enfermedad complicada, puede que el paciente cuente con el diagnóstico y aguante un poco más, pero en el momento que ocurre la disección de la aorta el afectado puede morir”, explica.