Elizabeth R. Rojas
LA PATRIA | Manizales
En una voz de protesta se convirtió la rueda de prensa que ayer ofrecieron, en el Hotel Las Colinas, gerentes de instituciones de salud pública de Caldas. Se quejaron de la crisis económica que atraviesan, esto generado por las deudas que han quedado ante la liquidación de EPS en el país. También hablaron del poco respaldo que tienen de los entes gubernamentales y de vigilancia.
Se refirieron, particularmente, a cómo quedaron tras el adiós de Coomeva y Medimás, las dos últimas aseguradoras que cerró la Superintendencia Nacional de Salud (SNS), en cabeza de Fabio Aristizábal.
Esto se escuchó en sus voces:
No a la integración vertical
Carlos Alberto Piedrahíta, gerente del Hospital Santa Sofía (Manizales)
"Recordemos que la Ley 100 conlleva a la conformación del aseguramiento, que ha sido muy importante para mejorar la accesibilidad de los usuarios; eso bienvenido sin afectar a la red hospitalaria.
Lo que estamos encontrando ahora es que la red privada se está consumiendo la red pública del país. Como hospitales, con todas las reformas de la salud, lo que hemos buscado es evitar la integración vertical. Eso es cuando una EPS, dueña de unos usuarios, monta -paralelamente- toda la red de primer, segundo o tercer nivel de atención. Es que deben poder competir en eso, tanto los hospitales públicos como privados, para que se garantice la calidad y la seguridad del paciente. Como red hospitalaria, lo único que estamos pidiendo es que eso se pueda cumplir.
Muchas EPS se están quedando en las glosas, en las auditorías y no pagan lo que corresponde. Ahí es donde llegan las conciliaciones y es cuando afectan las finanzas de los hospitales. No pagan el 100%, eso es un negocio que afecta los recursos del Estado. En eso se demoran meses y años y es cuando se tienen problemas para pagar proveedores, nómina, etc. Medimás le quedó debiendo a Santa Sofía $25 mil millones".
De la vigilancia al fracaso
Wilson Didier Carmona, gerente del Hospital Felipe Suárez (Salamina)
"Se nos endilga que dejamos crecer la cartera porque queremos, eso no es así. Es que tenemos la obligación constitucional de atender a los pacientes que van a los hospitales. Ahí es donde las carteras crecen. Cuando vamos a los organismos de control, que todos los días están incumpliendo con ese deber de vigilancia. Radiqué $4 mil 162 millones, en términos de facturación a Medimás, y en las liquidaciones no alcanzan los recursos. Estaré preparado para recibir, si acaso, $40 millones y eso es mucho. Lo mismo ha pasado con Coomeva, Salud Vida EPS.
Con las liquidaciones, la Superintendencia termina advirtiendo que sus mecanismos de control previo han fracasado de principio a fin. Cómo puede decir el superintendente que liquida una entidad que nos iba a fallar en los pagos, pero eso es algo que en las mesas de conciliación decimos frecuentemente. Ahí es cuando queda el mecanismo para que se demande, cuando se hace, lo que se debe pagar a los abogados es un porcentaje que llega hasta el 30% de lo que nos deban.
Debemos elevar nuestra voz a la Personería, a la Procuraduría. No se están cumpliendo las normas. La población se la están llevando los privados. ¿Por qué tenemos que pedir como limosneros los recursos que le corresponden a los hospitales públicos?".
Fundamentales en pandemia, ahora sin contratos
Iván Fernando Abasolo, gerente del Hospital General San Isidro (Manizales)
"En la pandemia, siendo de I nivel, nos metimos a atender UCI y pasamos a II nivel. Fue una experiencia muy bonita, en un tiempo en que alcanzamos a tener hasta el 98% de ocupación. Es que si no hubiéramos actuado, la mortalidad en Caldas hubiese sido mayor. Mis especialistas tuvieron un gran afán por sacar todo eso adelante.
Veníamos pagando deudas, ya no estábamos en riesgo fiscal y financiero. El 90% de nuestra población era de Medimás y con su cierre, nos quiebran lógicamente. Seguramente Medimás no va a responder ya por lo que nos debía ($13 mil 500 millones). Ya no estoy facturando lo de antes y se hace difícil pagar la nómina. Hoy solo tenemos el 10% de la población de antes.
Desde hace tres meses que se liquidó esa aseguradora y no hemos podido llegar a acuerdos contractuales. Solamente tenemos a Salud Total, estamos a la espera de contrataciones con la Nueva EPS, Sura y el resto de EPS".
La plata no alcanza
Mónica Alejandra Bohórquez, gerente del Hospital La Merced (La Merced)
"Este es un llamado a la comunidad y a los encargados del sistema. Salimos de una pandemia que dejó agotados física y psicológicamente a los especialistas y ahora estamos enfrentando la pandemia de la liquidación de las EPS, lo que golpea a las instituciones de salud. Si nuestros hospitales no tienen el flujo de cartera continuo, cómo vamos a pagar a proveedores, a pagar al personal o cómo vamos a funcionar adecuadamente, si las EPS cada vez nos ponen más obstáculos para tener un flujo de caja oportuno. Nuestro hospital cuenta con unas acreencias de $235 millones, pero al ser una institución pequeña es más duro el golpe.
Como institución del I nivel de atención, tenemos que velar por la promoción y la prevención de la salud y no estamos logrando trabajar bien en eso, por la falta de recursos. Ahora, en altas complejidades, se están viendo una gran cantidad de enfermedades, a las que no se les está haciendo la intervención oportuna.
Les están dando los estándares de habilitación a entidades que no tienen los mínimos para una funcionalidad adecuada. La Dirección Territorial de Salud de Caldas se tiene qué fijar muy bien a quién le está dando los permisos y si con eso, se le está dando un espaldarazo al sistema de salud público que tanto hizo en pandemia".
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