Elizabeth R. Rojas
LA PATRIA | Manizales
Eliana*, la hija de Omaira, fue abusada por un primo desde que tenía nueve años. Los tocamientos, que fueron repetitivos por tres años más, se descubrieron cuando la menor se tornó huraña y dejó de ser la niña juguetona de siempre.
La madre buscó ayuda creyendo que era algo de la adolescencia de su hija y fue delante de un psicólogo que la menor reveló qué era lo que en realidad pasaba. Ambas debieron someterse a tratamiento: la directa afectada, para superar el hecho y tratar de recomponer su vida; su progenitora, para sobrellevar un sentimiento de culpa que la amargaba.
Y es que acudir a profesionales en salud mental, en casos de abuso sexual, puede ayudarle a víctimas y familiares a descubrir qué pasa y a manejar los efectos, así lo subrayó el docente, psiquiatra infantil y especialista en adolescencia Adonilso Julio De La Rosa.
Mencionó que los abusos suelen dejar marcas, sobre todo, en adolescentes. Dijo que cuando los niños son muy pequeños, no recuerdan qué fue lo que les sucedió. Que es a partir de los ocho o nueve años, que adquieren cierta conciencia de lo que está bien o mal.
"Va a depender del momento y desarrollo que el niño tenga al momento que pase el abuso sexual. Entre más temprano sea y menos acciones físicas haya, van a haber menos repercusiones en la adolescencia o adultez", subrayó el psiquiatra.
El profesional también respondió:
- No deja de ser grave, pero ¿por qué en los niños más pequeños no deja tanta huella?
Por la edad, el niño no tendría el recuerdo o huella anímica que le permita rememorar eso como un trauma. Sin embargo, en la adolescencia hay más efectos que se evidencian en episodios de ansiedad y depresión, que los podrían llevar a intentos de suicidio.
- ¿Cómo debe de ser el abordaje del tema con el niño abusado?
Si todo el tiempo hacemos que nos repita lo que pasó y andamos diciendo que lo abusaron -cuando ni siquiera entiende lo que es abuso- así le vamos a crear la idea de que a él le pasó algo desastroso. Eso no quiere decir que debamos naturalizar la conducta, porque -obviamente- no debería presentarse.
- ¿Es importante hablarles con claridad y de lo que no deben permitir con su cuerpo?
Hay que hablar mucho con los niños e invitarlos a que no nos guarden ese tipo de secretos. Si un menor habla de abuso, los padres deben creerle y mantener la calma. Sé que es difícil hablar de calma en la narrativa de un hijo abusado, pero primero hay que escuchar y después tomar las medidas legales pertinentes. Deben saber que sus partes íntimas no deben ser tocadas por nadie, ni ellos tocar las de los demás.
- ¿Cómo trabajar la culpabilidad que refieren y que el abusador les inculcó?
Hay que hacerles ver que no es culpa de ellos y que el que tomó la decisión fue el adulto. Se trabaja con ellos desde lo terapéutico, para que no asuman que porque un adulto -familiar o cercano- hizo eso con ellos, que ellos también están en libertad de hacerlo con otros. Es que es ahí cuando se convierten en abusadores.
- Cuando el abuso a niños es con violencia, ¿qué les deja?
Si fue con violencia física, obviamente que el niño tiene el riesgo de presentar una secuela psicopatológica. Suelen ser eventos muy traumáticos. Cuando hay lesiones genitales, esas cosas hacen mella.
- ¿Qué sucede con los adolescentes?
Ya son capaces de entender que eso que les pasó fue muy malo, más si fueron ultrajados. Dependiendo de lo traumático del abuso, hay personas que llegan a lo que llamamos en psiquiatría episodios disociativos (condiciones que llevan a fallos en la conciencia) y psicóticos (percepciones falsas de la realidad), que sería como lo más grave.
- ¿Qué otros riesgos personales tienen?
Los que han sido abusados tienen mayor probabilidad de caer en el consumo de sustancias psicoactivas en la adolescencia o edad adulta; también llegan a desarrollar estados fronterizos de la personalidad, son seres caóticos que tienen problemas para relacionarse con otros.
- Y los padres...
Sufren mucho, más si el abusador es el cónyuge. Regularmente crece la culpabilidad por la idea de ser quien puso en peligro al menor de edad. Con ellos también hay que hacer un trabajo importante.
* El nombre de la protagonista de la historia fue cambiado por solicitud de su progenitora.
Manifestaciones familiares y efectos
No están bien vistas las manifestaciones exageradas de afecto (besos en la boca, sentar a los menores en las piernas, entre otras), porque pueden prestarse para malos entendidos y para establecer situaciones de abuso como tal: "Las relaciones tempranas adecuadas son las que determinan cómo me voy a relacionar con la sociedad. Esas son las que podamos tener con el papá, la mamá, los hermanos, los primos, los tíos, etc".
--R2
"Ha cambiado la expresión de la sexualidad de los niños o adolescentes, que cada día se exponen a más cosas que no deberían. Me refiero al inicio temprano de relaciones sexuales": Adonilso Julio De La Rosa.--P
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