B. Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
Cuatro horas tardó Harry Gallego hace cuatro años para llegar hasta La Puerta, en el sector conocido como El Zancudo, en la vereda Río Blanco. Era la primera vez que ascendía en bicicleta. Ahora ese mismo recorrido desde la Pila de Milán lo hace en 22 minutos, 16 segundos.
Esa primera vez Harry no solo llevaba a cuestas sus 127 kilos de peso, sino una enfermedad, cálculos biliares, que dos años después de una cirugía, comenzaron en los riñones, lo que le produjo una insuficiencia renal leve.
El médico le habló de otra cirugía y para ello le puso una condición: Debía bajar de peso. "Comía muchas carnes rojas, comida chatarra, frituras, Coca Cola y aguardientico. Todo eso lo dejé".
Con este régimen bajó seis kilos de peso para la cirugía y durante la incapacidad se dedicó a montar en bicicleta, porque el médico le recomendó una hora diaria de ejercicio.
"De lunes a viernes hacía 23 kilómetros y sábado y domingo hacía rutas más largas, unos 40 kilómetros. Ahí comencé a hacer esto un hábito, así pasé de 127 a 84 kilos".
Mente y voluntad
Así le cambió la vida a Harry, no solo porque se fijó un propósito para mejorar su calidad de vida, sino que encontró una motivación para vivir, como dice él: "Más feliz".
Harry continúa con su propósito y aunque a veces se da sus "gusticos", asegura que fijarse un propósito no puede ser algo forzado, sino razones para seguir.
Una investigación de la Asociación Estadounidense de Psicología afirma que el 93% de las personas hace propósitos, pero el 45% de ellas no las cumple ni siquiera durante el primer mes. Solo el 19% las mantiene durante dos años.
Añade el estudio que la falta de fuerza de voluntad o de autocontrol es la razón más común para no cumplir metas.
Sin embargo, para la psicóloga María Leonor Velásquez Arango es equivocado creer que todo se basa en la fuerza de voluntad, "porque forzarse a hacer algo o el tengo que hacer es poner al cuerpo a hacer algo para lo que no está sintonizado".
Asegura que no solo hay que trabajar la mente, sino el corazón y la voluntad y para ello plantea cinco puntos.
1. Un propósito con sentido
Tenga presente qué es lo que quiere, en qué va a poner todo su esfuerzo e interés. Debe ser algo que no está dispuesto a negociar y que se puede convertir en una declaración inspiradora, que sea corta, que tengan sentido para usted, que cada vez que la lea o mire pueda decir: "Esto me conecta". No debe ser algo que alguien dijo que debe hacer o que supuestamente todos deben hacer. Así no va a cambiar ningún propósito y se queda en una sola intención.
2. Acciones concretas
Definir máximo tres acciones claras que lo pongan a caminar en dirección hacia ese propósito. Inclusive puede ponerles fecha para pasar del objetivo a la acción. Recuerde que a veces solo se quedan en la intención: "Este año voy a hacer ejercicio", y no lo hace porque no estaba en su agenda. Tenga en cuenta que para lograrlo, debe definir unas tareas y ponerlas en la agenda, es pasar del dicho al hecho, cuidando más los espacios personales.
3. Obstáculos
Las barreras siempre van a aparecer en el camino para impedir que se alcance la meta. Son parte de la vida diaria. Hay que estar atento para entender que también son oportunidades para hacer una pausa, aceptar algo, permitirse parar y leer qué le está diciendo, porque casi siempre hay una posibilidad. Esta actitud es clave porque desde ahí se puede tomar impulso. Caso contrario sucede si se frustra frente a ese obstáculo, recuerde que obstáculo comienza con la misma letra de oportunidad.
4. Identificar el nivel de compromiso
Si ese propósito se plantea desde la fuerza de voluntad, casi siempre toca hacer un esfuerzo gigantesco. Aquí juegan un papel primordial la actitud, las ganas, la energía para que ese propósito le inspire y le mueva el corazón. Este, sobre todo en los momentos de dificultad.
5. Tener aliados
Contar con alguien que lo acompañe en su tarea, que sienta que lo apoye lo retroalimente y refresca el interés por hacer. Puede ser un amigo, un compañero o su pareja, alguien que se interese por usted, que sea un buen aliado y con el que pueda tomarse un café para revisar ese objetivo. Eso es primordial. Lo más importante es disfrutarlo y no sufrirlo, así haya días o meses en los que no avance mucho, lo que importa es que siga conectada con su objetivo.
Siete meses tardó Harry en lograr su objetivo, bajar de peso y mejorar su salud.
Frase
"Visualizar el propósito en una frase contundente o una imagen es más inspirador. Imagine cómo estará viviendo su vida cuando lo haya logrado, eso es inspirador. Esa visualización le subirá el ánimo cuando lo tenga bajito", María Leonor Velásquez, psicóloga.
1. Creer que sí puede y lo va a lograr.
2. Saber que los obstáculos son oportunidades de aprendizaje
3. No mirar siempre lo negativo, recordar que siempre hay una puerta que se abre.
4. Estar convencido de que siempre puede volver a empezar.
5. Mientras mantenga el propósito en la mente, el corazón y la voluntad llegarán aliados y oportunidades.
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