Óscar Iván Zuluaga se prepara para la consulta del 9 de marzo

Luis Francisco Arias B.
LA PATRIA | Manizales

El exministro caldense Óscar Iván Zuluaga, quien es precandidato presidencial por el Centro Democrático, está seguro de poder convertirse en la carta que se jugarían ese movimiento y el Partido Conservador para las elecciones del 2014.
Para lograrlo, en la consulta popular del próximo 9 de marzo tendrá que ganarles a sus otros cuatro compañeros uribistas: Luis Alfredo Ramos, Carlos Holmes, Francisco Santos y Juan Carlos Vélez, y que el Centro Democrático supere en conjunto la votación de los conservadores.
No será un camino fácil. Un primer paso en esa dirección sería obtener el triunfo el próximo 25 de agosto con su candidato a la Gobernación de Caldas, Julián Gutiérrez, a quien vino a respaldar esta semana.
Después estará el desafío de conseguir en Caldas buenos candidatos para Cámara de Representantes y Senado de la República, que logren ser elegidos en las listas que encabezaría el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Con la mira puesta en el objetivo de avanzar paso a paso hasta llegar al solio de Bolívar, Zuluaga compartió sus planteamientos con LA PATRIA. Además de sus aspiraciones, habló de los problemas que identifica en el actual gobierno de Juan Manuel Santos.

A consulta
- Usted había propuesto una reunión íntima del Centro Democrático y no una consulta popular para escoger el candidato presidencial. ¿Sí le favorece que sea por consulta?
Aquí se trata de construir un consenso, y llegamos a que el mecanismo era la consulta, que es interesante por la participación ciudadana, y porque deja las puertas abiertas para una alianza con el Partido Conservador. La idea es llegar con un candidato de unidad de las dos fuerzas políticas para la primera vuelta de elección presidencial.

- En el Conservatismo hay nombres como los de Martha Lucía Ramírez y José Félix Lafourie. ¿Eso quiere decir que la consulta no será entre cinco sino entre siete o más?
Serán consultas en cada partido. El Partido Conservador hará su consulta y nosotros la nuestra. El partido que más votos tenga en la suma de todos sus precandidatos gana el derecho a nominar al presidente y la otra fuerza pondría el vicepresidente.

- En esa alianza, el Centro Democrático tendrá que llegar a acuerdos con el director del Partido Conservador, el exsenador Ómar Yepes, que ha sido su tradicional opositor. ¿Cómo será eso?
Debe ser una relación de institucionalidad. Obviamente, entre el doctor Yepes y quien represente al Centro Democrático tienen el deber de buscar acercamientos. Hay que pensar que esta sería una propuesta muy importante para el país. Un candidato de esa unión es un candidato ganador en la elección presidencial, sería un gana-gana para el país y para ambas fuerzas políticas.

Que sea la cabeza
- Se especula acerca de que el expresidente Álvaro Uribe será cabeza de lista para Senado. ¿Cuándo se sabrá eso, y si será lista cerrada?
Espero que el presidente Uribe encabece la lista al Senado del Centro Democrático, y que esa lista sea cerrada, y defendamos una propuesta programática que les resuelva los problemas a los colombianos. Hoy estamos retrocediendo en seguridad, los diálogos con las Farc son, en mi concepto, un salto al vacío. La economía se ha debilitado, la industria crece a tasas negativas, la agricultura sufre un paro permanente, la tasa de desempleo en los jóvenes sigue siendo la más alta de América Latina. Tenemos un gobierno fastidiosamente centralista, distante de los ciudadanos y de las regiones, derrochón en el gasto burocrático. El Centro Democrático busca ser una alternativa para rectificar el rumbo, y es una propuesta de equipo, que espero sea Uribe como cabeza de lista al Senado y yo el candidato presidencial.

- El exgobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos, quien también es precandidato del Centro Democrático dice que él no será un títere de Uribe. ¿Usted está en la misma tónica?
El Centro Democrático es una propuesta de equipo, habrá un candidato presidencial que va a defender unas ideas, porque esta es una propuesta programática, y vamos a gobernar con esas ideas, pero obviamente con el carácter y el criterio de quien resulte ganador. Reitero: yo aspiro a ser el candidato del uribismo, y como tal los colombianos y los caldenses me conocen.

- Hay la posibilidad de ese candidato sea Francisco Santos. ¿Cómo vería que la campaña presidencial se convierta en una lucha entre dos primos? ¿Eso le parece serio?
La regla de juego es que el ganador de la consulta del Centro Democrático es el candidato, y vamos a apoyarlo. El compromiso es que quien gane gobierne con los demás. Soy un hombre de palabra y honraré lo pactado. Yo aspiro a ser el candidato, pero si es otra persona colaboraré como sea conveniente, para que ese candidato sea presidente.

"Quebró los huevitos"
- ¿Cómo ve el reciente cambio de la cúpula militar?
Tengo esta reflexión: tres años de gobierno y tres cúpulas. El problema no es la cúpula, el problema es que se perdió el liderazgo presidencial. Tampoco creo que, como lo dice el presidente Santos, la inseguridad se solucione creando un nuevo ministerio. El problema es de liderazgo del presidente, que hoy es débil y no está generando la confianza que necesitan los ciudadanos, la moral para las Fuerzas Militares, el estímulo para que el poder judicial sea más efectivo y eficiente, y eso se refleja en un debilitamiento de todo el país. Hay pérdida de autoridad y falta de diálogo social.

- Hace poco el presidente Santos dijo que los tres huevitos de Uribe se habían convertido en gallos de pelea. ¿Qué piensa de eso?
Los quebró, y muy rápido, porque lo primero que hizo apenas se posesionó fue entregarle las llaves de la paz a Chávez, su nuevo mejor amigo, y desde ahí le dio una bofetada a la seguridad democrática, y la debilitó. Las consecuencias son el país que tenemos hoy, con un retroceso enorme en seguridad.

- Se le critica mucho a Uribe la forma de hacer oposición: personalizando mucho las críticas, muy viscerales y menos razonadas…
Él está llamando la atención sobre unos temas centrales. Si uno mira los 89 trinos del 7 de agosto, es lo que hemos recogido en el país en un diálogo ciudadano permanente. Y, casi que todas esas advertencias, que al principio las niega el Gobierno, terminan siendo realidad. Estamos ejerciendo ese papel, o si no tendríamos un gobierno de unanimismo que le hace mucho daño al país. Ya vivimos una experiencia, que fue la crisis de la reforma a la justicia, y mañana podría significar una paz con impunidad. Es muy importante para el país, para la democracia, para las instituciones que nuestra voz advierta los riesgos en muchas partes.

- En el tema de seguridad hubo, recientemente, una reacción positiva del ejército ecuatoriano, que dio de baja a cinco guerrilleros de las Farc, y después Correa salió a respaldar esas acciones…
Celebro que actúe así, porque la lucha contra el terrorismo no tiene fronteras. Es el enemigo común de la democracia, de la libertad. Nuestro reclamo a Venezuela ha sido: ¿por qué la guerrilla comete crímenes en Colombia, luego cruza la frontera y recibe el respaldo de su gobierno. El terrorismo y el narcotráfico hay que combatirlos entre todos, es una amenaza a la vida, a la libertad y a la democracia.

- Hay pretensiones desmedidas de Nicaragua, que ahora incluso entrega la exploración petrolera en la zona que está en discusión en San Andrés…
Es un tema muy delicado, ahí solo puede haber una postura: Colombia tiene que defender la soberanía, y el fallo de la Corte de La Haya es inaceptable e inaplicable. Colombia no puede aceptarlo.

Café y economía
El precandidato presidencial también se refirió a la economía, de la que dijo que debe tener como motores esenciales el agro y la industria, y cuyo primer paso es "un diálogo social que reconozca las realidades y los problemas de esos sectores", y así poderse anticipar e identificar los problemas.
Aseguró que hoy la angustia de los productores agrícolas es grande, y aunque dijo no estar de acuerdo con que se bloqueen las vías, agregó que la protesta social es legítima.
Con respecto al problema cafetero, dijo que "durante un año, el presidente Santos aseguró que no había crisis, y cuando se dio el paro tuvo que reconocer sí la había: le midieron el aceite al gobierno, y por eso los sectores agrícolas entendieron que para poder ser escuchados tenían que recurrir al paro".
Zuluaga rechazó la estrategia de las casas gratis implementada por el Gobierno. "¿Por qué sí tiene $4,3 billones para regalar 100 mil casas y no tiene para ayudar a los agricultores?", se preguntó.
Recordó el bloqueo de 54 días en el Catatumbo y criticó que "no hubo un solo consejo de seguridad liderado por el presidente de la República. ¿Eso qué señala? El mensaje es desesperanzador. ¿Dónde está el liderazgo del presidente?".
Agregó que la economía colombiana no va bien, y que en el caso de la industria lleva 18 meses en caída, y no hay una política que la haga reaccionar. Vaticinó que este año se tendrá un crecimiento económico mediocre. "No nos debe sorprender que este año crezcamos por debajo del 4%".
Puntualizó que la tendencia de la economía colombiana es a crecer menos y que los más graves es que "se está deteriorando el panorama fiscal y al gobierno le cogió la tarde para reaccionar".