Luis Francisco Arias B.
LA PATRIA | Manizales
Con su hablar pausado y tranquilo, el dirigente del Partido Verde Alonso Salazar, quien hace parte del sector de Compromiso Ciudadano, no carga agua en la boca para soltar frases contundentes. Un ejemplo, refiriéndose a la paz: “el proceso avanzará en cuanto sigamos viendo que muchos líderes guerrilleros, como dice el lenguaje oficial hoy, son neutralizados, ya sea capturados o dados de baja”.
Está convencido de que si las Farc quieren ingresar a la política, tendrán que hablar con más ganas y más sinceridad acerca de que sí han producido víctimas y están dispuestas a repararlas.
Piensa que al pueblo colombiano se le debe invitar a apoyar la paz, sin que ello implique dejar de evaluar críticamente al gobierno de Juan Manuel Santos, de quien piensa, que no ha sido timonel del país en el actual panorama de paros.
Con respecto al futuro del Partido Verde, cree que debe tener candidato propio para las elecciones presidenciales, porque un partido sin candidato “es como el cura que no celebra misa”.
Frente a eso, todavía está a la expectativa de lo que ocurra con la alianza que se plantea con el movimiento Progresistas del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, anuncio que ya levantó roncha entre la representante a la Cámara Ángela Robledo y el exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa.
En entrevista con LA PATRIA, Salazar también confió en que los directivos iniciales de ese partido, que estuvo a punto de ganar con su “ola verde” la Presidencia en el 2010, puedan volverse a aglutinar. Para ello –dijo- se necesita un trabajo de fina artesanía, y “lograr un acuerdo sobre lo fundamental”, tomando la frase del fallecido Álvaro Gómez.
Santos perdió sintonía
- Vivimos un momento de coyuntura con paros por todas partes. ¿Qué le pasó a este gobierno para que le explotaran todas estas situaciones?
Esto suele suceder en todos los gobiernos. Lo que sí parece es que no hay capacidad para solucionar esos problemas. Santos parece haber perdido sintonía con el país y ha dejado acumular movimientos muy diversos, y lo que ahora tenemos es una mezcla de reclamos muy legítimos. Un agro afectado por el sistema económico tradicional, un problema minero muy complejo, porque allí hay reclamos como los que encarnan Marmato y zonas del Chocó, con una minería muy antigua, y otros que han llegado como una avalancha de informales y con nexos muy complicados. Además, están los camioneros... Yo creo que el presidente Santos no ha logrado ser timonel del país en estas circunstancias, y es grave que todo se esté dejando a la estrategia del desgaste. Eso a su mismo gobierno o al que viene le hará mal.
- Frente a estos problemas, ¿Qué futuro le ve a la Unidad Nacional, en la que hay una fracción del Partido Verde?
La Unidad Nacional tiene tanto de coherente como de incoherente. Para mí, como militante del Partido Verde, no responsable de estar en la Unidad Nacional, lo más significativo es apoyar a Santos en el proceso de paz, y hacerlo tal cual él lo ha planteado: un diálogo en La Habana sin cese de hostilidades, con todo lo que implica. El Estado debe seguir combatiendo a las Farc mientras estén en la ilegalidad… en ese aspecto el gobierno puede presentar su mejor balance. Creo que una fuerza alternativa no puede ser, como se dice en el lenguaje colombiano, quien que se sienta en la mesa a comer lentejas; tiene que tener el carácter y la decisión de hacer oposición, el resto es mantener la tradición de someterse al poder y a sus prebendas. Sin esa libertad un movimiento alternativo no puede ser verdaderamente independiente.
Recuperar el patrimonio
- Se critica mucho la fragmentación del Partido Verde: Garzón en el Gobierno, Peñalosa cerca al uribismo, Mockus por fuera... Fajardo con otras ideas, y ahora la posible unión con Progresistas. ¿Ve posible lograr la unión en el Verde?
El Partido Verde es una fuerza electoral de una potencia inesperada en las elecciones presidenciales pasadas, pero eso tenía por dentro un fenómeno complejo, producto de una coincidencia de estos líderes que menciona. Ellos tienen sus características, pero también llegaron allí sectores muy diversos. El aparato del partido no fue capaz de administrar esa bonanza, esa prosperidad electoral, lo que implicaba llegar a consensos, a acuerdos, llegar a las regiones. Se concentró mucho sobre sí mismo y sus intereses… la crisis del Verde obedece a una mala administración de las diferencias, de no ser capaces de mantener unidos a estos personajes. La fortaleza es que el partido sea capaz de aglutinar de nuevo a esas personas, que son unas experiencias de transformación en Colombia.
- ¿Incluido Mockus?
Sí, claro, ojalá. No puede ser que una empresa se desprenda de sus principales patrimonios, o que un partido tenga a sus dirigentes en el exilio, no. Tiene que volverlos a incluir. Eso exige un trabajo de artesanía, de hacer política, de ponerse de acuerdo, y usando la frase tan manida pero tan clara de Álvaro Gómez lograr un acuerdo sobre lo fundamental. Y cambiar la idea de que el Partido Verde es una minoría, no solo debido a quienes lo integran y gestaron la ola verde, sino porque esa ola no ha desaparecido. Además, las olas arrancan de nuevo si tienen vientos favorables.
Primero, la honestidad
- Hoy en la oposición se ven claramente el uribismo y el Polo. El Partido Verde se aprecia muy ambivalente. ¿Actuará como oposición en las próximas elecciones para Congreso y presidente?
Yo actúo siempre con una lógica muy elemental: hay cosas que deben existir porque es necesario que existan, una democracia necesita una derecha organizada y una izquierda organizada. Necesita partidos de centro organizados. Los partidos no deben existir según los cálculos electorales. Si uno tiene unas convicciones acerca de una sociedad debe trabajar por ellas, y si a uno le va mal, ese es el juego de la democracia. La política colombiana se ha envilecido mucho por la corrupción que atraviesan la derecha y la izquierda, que para mí son la misma cosa si ambas caen en la corrupción. La honestidad debería ser la base de la política, y de ahí en adelante discutir lo demás. Sería muy saludable que a las minorías le vaya bien en elecciones, no soy amigo de salir a buscar la reducción del umbral, pero en lo que se equivoca nuestra legislación es en poner a depender la personería de los partidos de que haya representación parlamentaria. Debería permitir su existencia con algunos requisitos, y si a uno lo castiga la ciudadanía, pues vuelva a empezar la tarea. Ahora, entre esos grupos hay muchas divergencias, he sido claro en apoyar el proceso de paz, pero no seré socio de Marcha Patriótica, para ningún proyecto electoral. Ellos tienen derecho a existir, sobre todo si ese proceso de La Habana sale, pero ellos están en un proyecto claramente chavista que yo no comparto. Para mí el autoritarismo de izquierda es tan malo como el de derecha. A mí que me ubiquen en el perfil de democracia, de equidad social, de no violencia, de profundo respeto por los derechos humanos.
Tienen que admitir víctimas
- A propósito del proceso de paz, las Farc ya admitieron que han producido víctimas y parecen estar dispuestos a reparar. ¿Qué piensa de ese viraje?
Es positivo, aunque todavía timorato. Les va a tocar hablar mucho de eso y decirlo con más ganas y más sinceridad, porque aquí la correlación es cuánta justicia se canjea a cambio de verdad y reparación. Eso es lo que se juega en esos procesos de la justicia transicional. Si ellos quieren salir a la actividad política, pero dicen que no tienen víctimas ni nada qué reparar, como lo han dicho tantas veces, están diciéndole a la sociedad: aplíquenos la justicia con rigor. En cambio, si se abren al tema de la verdad y la reparación, conscientes de que han sido parte de nuestra tragedia y de que han hecho mucho daño, se puede hacer que la sociedad entienda mejor la posibilidad de su ingreso a la legalidad y a la vida política.
- ¿Es optimista de que este año se firme el acuerdo de cese del conflicto armado?
El presidente Santos quiere que sea este año para que las Farc elijan presidente por tercera vez. Ya eligieron a Pastrana y a Uribe, y probablemente puedan elegir a Santos con la paz, esperando que esa paz sea verdadera. Deben aprovechar que hay un porcentaje muy alto de la población dispuesto a abrir unas puertas. La discusión es cuántas son y hasta dónde hay que abrirlas. Creo que el proceso avanzará en cuanto sigamos viendo que muchos líderes guerrilleros, como dice el lenguaje oficial hoy, son neutralizados, ya sea capturados o dados de baja. Para mí, este proceso es consecuencia de lo que hizo Uribe. Él no lo ha dicho, pero la verdad verdadera es que él no derrotó a la guerrilla, pero sí está sentada en La Habana por lo que él hizo, y sigue sentada por lo que este gobierno está haciendo. Esa estrategia hay que mantenerla. Si el proceso, por algún lado, no funciona, el Estado ya tiene una estrategia y no tiene que volverse a organizar, como sí sucedió en el gobierno Pastrana, un desastre, porque se dejó embaucar totalmente.
Hay que reacomodarse
- Con o sin acuerdo en noviembre, ¿usted cree que el presidente Santos se lanzará de todos modos a la reelección?
Todo parece indicar que sí. La maquinaria está aceitada, con un aceite ultrafino, de altísima calidad: $60 mil o $70 mil millones en obras para los congresistas, pauta publicitaria… en general, toda la maquinaria está funcionando full y él le tiene mucha confianza a eso, porque Santos es un político tradicional, es hecho en los partidos que saben cómo manipular el poder y la gente. En Colombia deberíamos ganar consciencia de que apoyar la paz, así resulte exitosa, no debería implicar dejar de evaluar críticamente el gobierno Santos, a eso hay que invitar al pueblo. Creo que el gobierno evaluado así, por fuera del tema de la paz, tendría un balance muy distinto.
- El Partido Verde estuvo muy cerca de ganar las elecciones presidenciales hace tres años. ¿Tendrá candidato esta vez?
No lo sé, no está en mis manos esa decisión. Sí debe tenerlo, la democracia se inventó la segunda vuelta para eso. El partido que no tenga candidato en la primera vuelta es como el cura que no celebra misa. Si no es ganador, en la segunda vuelva y baraje, y mire el panorama. Peñalosa ha dicho que quiere ser candidato del Partido Verde, que le gustaría jugar en una consulta con Antonio Navarro, de Progresistas, de tal manera que sí hay con quién. La dirección nacional del Verde debe reacomodarse. Hay allí una discusión entre unos que quieren proclamar ya la candidatura de Santos y una inmensa mayoría que piensa que el Verde puede ser una fuerza positiva con opciones.
Vínculos con Caldas
Cuando tenía 8 años de edad, los padres de Alonso Salazar salieron de Arboleda, corregimiento de Pensilvania (Caldas), y se instalaron en Medellín.
Pese a esa circunstancia, se ha mantenido en contacto con Caldas, donde vive gran parte de su familia, y por los temas académicos que también lo han hecho sobresaliente en Medellín, ciudad de la que fue alcalde.
Su interés por la región fue palpable en las pasadas elecciones para Gobernador de Caldas, cuando vino a apoyar la candidatura del expresidente de Confecámaras Eugenio Marulanda.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015