COLPRENSA | EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ
Fiel a los pronósticos de las encuestas y de la mayoría de analistas políticos durante la campaña electoral, ayer, el país optó por ir a segunda vuelta electoral para elegir al nuevo presidente de la República que reemplazará a Juan Manuel Santos en la Casa de Nariño.
Con 7.569.693 votos (39,14%), el candidato del Centro Democrático, Iván Duque, fue el gran vencedor de la jornada, demostrando, una vez más, la fuerza electoral que tienen tanto el uribismo como la derecha en el país.
Iván Duque, acompañado de su esposa, María Juliana Ruiz.
Gustavo Petro, como se vio en campaña, fue el candidato que logró jalonar el otro extremo de la opinión pública, el de la izquierda, con 4.851.254 votos (25,08%), con una desventaja de 2,7 millones de papeletas sobre el aspirante de Uribe.
Gustavo Petro junto a su esposa, Verónica Alcocer García.
Cerca de estar disputándose la Casa de Nariño el próximo 17 de junio, estuvo el representante de la Coalición Colombia, Sergio Fajardo, quien pretendía llegar al poder para defender los ideales de un Gobierno de centro. Fajardo estuvo cerca de Petro con 4.589.696 (23.73%).
Este es el panorama que dejó, como la calificó el mismo presidente, Juan Manuel Santos, la jornada electoral con mayor seguridad de la historia y la más votada de los últimos tiempos. La participación fue de 19.627.038 ciudadanos, superando las pasadas elecciones presidenciales en primera vuelta, en la que votaron 13.185.402 colombianos, según la Registraduría.
“Hoy ha ganado la democracia colombiana. Esta ha sido una campaña de ideas, de propuestas, de principios, donde hemos recorrido todos los rincones de Colombia y donde cada uno de ustedes fue respaldando nuestras propuestas, nuestras ideas. Gracias a ustedes y a un gran equipo de campaña logramos una votación histórica en primera vuelta”, afirmó Duque.
Gustavo Petro señaló que “ha culminado una etapa muy dura. Muy desgastante físicamente para nosotros. Dentro de 15 días discutiremos en las urnas si volvemos a la violencia o iniciamos una era de paz en Colombia. Por tanto, juntaremos todas las fuerzas políticas en Colombia que quieran construir la paz. Las maquinarias se fueron con Duque. Hoy los datos muestran una mayoría multicolor y dispersa; lo único que hay que lograr es que esa diversidad, esa dispersión se una y podremos ganar”.
Así las cosas, la disputa será entre la izquierda y la derecha de la política colombiana y ambas partes deberán luchar para tratar de conquistar el electorado que prefirió a candidatos como Sergio Fajado, Humberto de la Calle y Germán Vargas Lleras. Para esto, será clave la renovación de alianzas interpartidistas y entre candidatos.
Análisis
Para Yann Basset, experto en política, este escenario “claramente favorece a Duque porque básicamente ha estado a la delantera de Petro en las encuestas. Sobre todo porque Petro tiene la desventaja que es la de polarizar y tener mucha gente en contra. Entonces a Duque le quedaría más fácil llegar a los votos indecisos”.
Sin embargo, indica Basset, Duque también tiene una desventaja. Esta consiste en que su posición lo hace ver en la opinión pública como un candidato de élite política frente a Gustavo Petro, que es visto como un personaje antiélite.
Alejo Vargas, experto en política, señala que estos resultados mantienen la polarización desde se inicio la campaña, y en cierto modo, la profundiza. “Creo que es un escenario muy difícil, porque es el escenario más polarizante y me parece que va a generar en cualquier caso una polarización muy fuerte para una elección final”, sostiene.
De acuerdo con Vargas, la segunda vuelta dependerá de múltiples factores, pero sobre todo de las alianzas que se logren construir antes de llegar nuevamente a las urnas.
Carlos Andrés Orjuela, consultor político, afirma que con estos resultados se confirma que los estudios de percepción siguen siendo vigentes y que para el próximo 17 de junio habría una lucha abierta entre la derecha e izquierda.
“La fuerza con la que llegaría Petro por haber vencido históricamente a la derecha representada en Germán Vargas Lleras, le podría hacer cosquillas a todo lo que el mundo cree y está dicho, que Duque es el presidente”, añade Orjuela.
El analista asegura que con esto se confirma que el expresidente Álvaro Uribe sigue “absolutamente vigente y vivo (…) es quizá el político con mayor incidencia en los últimos 25 años porque saca a un candidato desconocido de la nada y lo lleva casi que a la Casa de Nariño”.
Se mantiene la expectativa de quién terminará vencedor en una carrera que desde el inicio se caracterizó por tener en su entorno un escenario polarizante alrededor de temas como el castrochavismo, Venezuela, las Farc, el Eln, la corrupción, el populismo y Venezuela.
El candidato del Partido Liberal, Humberto de la Calle, quien logró 399.180 votos, así lo manifestó luego de conocer los resultados de los comicios. “Atravesamos tiempos difíciles, queridos amigos. Ese pequeño arbolito que hasta ahora está surgiendo lo estamos dejando morir. La cizaña ha predominado y ha sobresalido y las voces capaces de disentir han sido insuficientes”, añadió.
La preocupación que señaló De la Calle tiene evidente relación con el acuerdo de paz con las Farc que se firmaron con el Gobierno Santos, un tema que sin duda deberá enfrentar el próximo presidente de la República y tomar decisiones al respecto. “La guerra nos unió durante ocho años, hoy la paz es la que nos divide. Por eso los colombianos podemos aburrirnos de todo, menos de la paz. ¿Dónde quedó la fuerza con la que llenamos más de una vez las plazas de Bolívar del país?”.
Sin embargo, De la Calle, Fajardo y Vargas Lleras no han anunciado aún a cuál de los dos candidatos que se disputarán la Presidencia trasladarán sus votos. Se espera que dichas alianzas se anuncien durante los siguientes días.
En la decisión del electorado pesarán no solamente la afinidad con el proyecto político del uno o del otro sino también factores como el índice de rechazo porque hay ciudadanos que no se sienten cómodos votando por ninguno de los dos.
La última encuesta antes de la primera vuelta, de la firma Invamer para la revista Semana y otros medios, mostró que Duque tiene una imagen positiva para el 54% de los consultados y negativa para el 31%, mientras que en el caso de Petro hay un empate pues el 43% lo ve con buenos ojos y el 44% lo rechaza.
Sea como fuere, la votación obtenida por ambos es récord puesto que la de Duque es la mayor de una primera vuelta desde 1994, cuando empezó a regir el sistema de dos rondas, y la de Petro marca un hito para la izquierda que nunca había volado tan alto pues casi duplica los 2,6 millones de votos (22%) obtenidos por el magistrado Carlos Gaviria en 2006.
Ganaron las encuestas y la Registraduría
Lo expresado ayer en las urnas por los colombianos había sido pronosticado en los tres últimos meses por todas las encuestas de intención de voto que no solo acertaron las posiciones de los candidatos sino que también estuvieron cerca de los porcentajes obtenidos.
La excepción estuvo con Fajardo, a quien los sondeos le daban de media el 15%, casi nueve puntos menos de los que finalmente obtuvo, producto en parte de una campaña de última hora para remontar los pronósticos que le dejó a las puertas de la segunda vuelta.
De esta forma, las encuestadoras, muy criticadas por recientes fracasos como el del plebiscito por la paz de octubre del 2016, o a nivel internacional por el del Brexit, recuperan en parte su credibilidad en Colombia.
También resultó ganadora la democracia colombiana, que en las elecciones más tranquilas que recuerde el país logró reducir la abstención a menos del 50%, concretamente al 46,62%, algo que no ocurría desde las de 1998.
Igualmente salió triunfante la Registraduría Nacional, entidad que organiza las elecciones, que no solo mostró que eran infundadas las denuncias de supuesto fraude hechas por Petro sino que además mostró eficiencia y rapidez en el escrutinio, hasta el punto de que menos de una hora después del cierre de los colegios ya se sabía quienes irían a la segunda vuelta.
Entre los perdedores queda el presidente, Juan Manuel Santos, porque pese a que no apoyó expresamente a ningún candidato, tendrá como sucesor a Duque o a Petro, con ninguno de los cuales tiene cercanía, y porque Vargas Lleras, el más afín a su Gobierno como quiera que fue ministro y vicepresidente, se hundió en el cuarto puesto.
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