Sebastián Galvis Arcila

Desde la segunda década del presente siglo, las restricciones en contra de la libertad religiosa se vienen incrementando; en la mayoría de países occidentales el espíritu constitucional menciona que cada persona tiene la libertad de creer y profesar cualquier religión, no obstante, en la práctica, esto no se da así. Hay una escalada de intenciones que generan coacción de la libertad religiosa, por ejemplo, resistiendo las celebraciones confesionales como las que vivimos por este tiempo. En ese contexto la hipocresía asoma entre lo que decimos creer y lo que permitimos hacer; la religión ha dejado de ser popular y la tensión se da cuando instituciones religiosas expresan o realizan algo que no está de acuerdo con las filosofías imperantes o con las perspectivas políticas de quienes ostentan el poder.
Cuando digo que la religión ha empezado a ser impopular es porque su mirada se opone muchas veces a la visión cultural de las comunidades, lo que le acarrea una resistencia en distintos escenarios. Para las mayorías académicas, parece un pensamiento inferior ese de creer en un ser superior creador del mundo, en cambio, es sinónimo de brillantez creer en la negación absoluta de la divinidad. Así las cosas, el llamado al respeto de la diversidad es un tema de prioridad social que involucra entre otros aspectos, la libertad en el ejercicio de la creencia religiosa.
Siendo conscientes de los pecados históricos y los atropellos que se han generado desde sectores religiosos en diversos momentos; me parece relevante mencionar que hay indicios investigativos concretos sobre los beneficios de la libertad religiosa para el sector salud, cívico y económico. Con ello intento resaltar que las personas que profesan una religión aumentan las probabilidades de tener una vida familiar sólida y confortable, poseen relaciones de pareja con vínculos fortalecidos; ellos disminuyen las probabilidades de incurrir en delitos graves y de generar adicciones a sustancias psicoactivas. Las personas que profesan una religión se muestran con más apertura a alcanzar niveles educativos superiores, realizan más voluntariado social, participan en iniciativas altruistas, son empleados con hábitos positivos, tienen mayores expectativas de vida y mayores umbrales de bienestar.
La libertad religiosa no es en este sentido un peligro para la sociedad, todo lo contrario, la fortalece, la hace mejor cuando una persona públicamente puede profesar su fe sin temor alguno al reproche. Este tipo de libertad es una causa justa para mantenerla y para liderar iniciativas que la promuevan en tanto se estén protegiendo totalmente los derechos fundamentales de las personas ateas, agnósticas y de quienes no profesen culto alguno. El cristianismo con todas sus denominaciones adscritas, los musulmanes, los sijíes, budistas y las formas de espiritualidad de muchos grupos nativos, son claro ejemplo de las convicciones que se deben mantener en alto y más allá de las fronteras. La legislación al respecto ampara ese derecho que se está viendo frenado por la desacralización política y social que padece hoy el mundo.
Que la doble moral que aplaude la cosificación del cuerpo femenino a través de las tecnologías comunicativas no impida la expresión de las creencias de fe en dichos medios; que las mismas oportunidades que tienen los grupos políticos para reunirse, las tengan quienes desean compartir unidos sus ideales trascendentes; y que la libertad de prensa promulgue no solo el discurso laico, sino también las publicaciones de los que conservan una identidad religiosa. En todo el avance histórico obtenido en esta independencia, es fundamental que la unión para la protección de la religiosidad parta de la idea del bien y el mal para asegurar pluralidad de creencias y avanzar juntos en la senda de la paz.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015