Sebastián Galvis Arcila

Hay momentos en que la integridad personal se pone a prueba por alguien o por algo, quizá se trate de una crítica, un comentario mal intencionado, una mirada enjuiciadora o una amenaza que pretende amedrentarnos; en esas circunstancias incómodas en las que se hace necesaria la reafirmación del “yo”, las defensas psicológicas se activan por el principio de sobrevivencia. Cuando nos sentimos amenazados podemos revisar cuál de las categorías de nuestra identidad es la que se encuentra en riesgo; acaso ¿es nuestro rol laboral, la actitud que mostramos frente a los demás, el conjunto de valores, nuestra forma de interactuar, la religión o ideología, los objetivos que tenemos en la vida o los vínculos que establecemos con otras personas? ¿desde dónde es que estamos siendo cuestionados?
La ciencia da cuenta de tres estrategias humanas que conforman las respuestas del sistema psicológico para protegernos en aquellas ocasiones en que nos injurian, critican, reducen, desprestigian o menosprecian. Ante esas dificultades que hemos experimentado, podemos aceptar nuestro error, negar la amenaza o reafirmarnos en otros aspectos. Estos son tres caminos distintos y no existe uno mejor que otro, porque la reacción que tenemos ante la desventura podría ser adecuada o inadecuada. No se trata de respuestas óptimas o generalizables, sino de tres estrategias adaptativas sobre las cuales interesa reflexionar.
Pensemos en esa situación cuando alguien nos recrimina nuestro desempeño en un juego de equipo, responsabilizándonos por la derrota. En caso de que el señalamiento sea objetivo, aceptar el error es un acto de reconocimiento de aquello en lo que hemos fallado. En primera instancia no estaría mal, porque mostraríamos apertura al cambio y un deseo de mejorar. Aceptar sería un acto de humildad y de empatía que podría traer buenos resultados a futuro. No obstante, en caso de que el juicio negativo que nos hacen sea infundado, no tan claro o engañoso; tratar de cambiar sería darle la razón a quien está equivocado, y con ello manifestamos un debilitamiento de personalidad que se presenta al intentar simpatizar con toda persona a nuestro paso. Sería una forma de perder el rumbo buscando satisfacer a todos.
Sin embargo, lo más común es que intentemos negar la amenaza, que es una forma de defenderse mientras se ataca; es lo mismo que decir: -el mundo se equivoca, menos yo-. Cuando alguien nos demanda legalmente y consideramos que son injustos sus argumentos, nos empeñamos en defendernos saliendo a la línea de batalla, lo que supone desplegar un esfuerzo perseverante que nos fortalece en las creencias y en el reconocimiento de nuestras capacidades; algo muy parecido a lo que han tenido que pasar todos nuestros medallistas olímpicos antes de llegar a la gloria. La otra cara de la moneda está en esa incomodidad que proviene de tener “rabo de paja”, cuando hay mucho que perder en un pleito y obstinadamente avanzamos hacia “una muerte anunciada” como Ícaro que se obsesionó con lo inalcanzable y terminó pagando un precio excesivo.
No menos interesante es defenderse de los peligros de nuestra integridad compensando la debilidad con atributos, como el personaje de Hermione Granger en la saga de Harry Potter, que siendo una joven insegura e inadecuada (sangre sucia), trata de ser la mejor de la escuela de magia y de mostrarse confiada siempre. Esta lógica desde la psicología Adleriana dice que el déficit personal se resuelve mejorando otros aspectos en los que sí podemos destacar.
Así el panorama, vemos la necesidad de permanecer constantemente en equilibrio, quizá nos equivocaremos enfrentando las amenazas, pero al conocernos más a nosotros mismos estaremos preparados y cerca de acertar con nuestra estrategia de defensa.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015