De mis épocas de librero en la Avenida Santander con calle 59 recuerdo varios clientes, especialmente dos políticos, y me complace hablar de uno de ellos.
Quedaba la sede del Partido de la U diagonal a Letra2 y un joven de esa agrupación aspiraba al Concejo. Beto Bedoya era un cliente registrado con derecho a descuento y crédito, ya que ávidamente compraba libros de arte, mercancía que en Manizales tenía poca rotación. Con atención recibía mis recomendaciones, y cuando empezó la campaña electoral me pidió permiso para reunirse con su gente en el salón de té de la librería. Daba gusto ver cómo este joven, a diario, varias veces, se reunía con 2 o 3 personas y les explicaba sus pretensiones.
Después de unos años me convertí en el editor de sus dos poemarios: “Sinestesia” y “Serendipia”. Fue grato ver como este antiguo cliente tenía la capacidad y el gusto de reaccionar creativamente a todos esos libros leídos. Los poemarios, saturados de desparpajo y finas observaciones, contaban con ilustraciones a color que los colocaban a un altísimo nivel editorial.
De nuevo trabajamos juntos cuando Beto Bedoya fue presidente del Concejo y me llamó para que le ayudara a convertir a “la casa de la democracia en la casa de la cultura”. Durante un semestre lanzamos libros, inauguramos más de 5 exposiciones de arte; organizamos conferencias y finalmente llamamos a Carolina Marín para que realizara un performance bastante atrevido como inicio de una sesión del Concejo, en ese recinto. Hernán Alberto le puso a este trabajo el diciente nombre de “Cultura visible”.
La carrera política de Hernán Alberto Bedoya ha sido interesante, hoy es diputado de la Asamblea de Caldas habiendo obtenido la mayor votación. El tema cultural para él no es una estrategia política. Desgraciadamente son pocos los políticos que cultivan un natural gusto por los libros. Señalaría al cultísimo médico Jorge Luis Ramírez, el cual está haciendo una pausa larga en su labor política, como otro exponente de esta connotación. Lo digo, no solo pensando en mi criterio de escoger amistades, sino como dato, pensando en la importancia de estos elementos en una democracia participativa. En esos cuerpos colegiados deben estar este tipo de voces.
Bedoya está maduro, porque supo asimilar las enseñanzas de la vida y de los libros. Conocí su último proyecto en el cual habla de cultura, de arte y de religión en la red. Unos podcast que se pueden descargar en Spotify.
Otra sorpresa mayor. Vi varios y me gustó mucho uno sobre Venecia. En 12 minutos Hernán Alberto expone sobre esta ciudad, dueña de una interesantísima e intrincada historia. Su curiosidad lo trasforma de un simple turista a un conocedor. Con frases bien pronunciadas y mejor concebidas ilustra los momentos más destacados del devenir de esta ciudad que en una época fue potencia mundial por medio del comercio. Empezó Beto Bedoya con este trabajo hablando de varios estilos artísticos como el Dada, donde con certeza hace un resumen, más que didáctico, ameno, de ese momento pictórico de principios del siglo pasado. Como historiador midiendo a un rival, le pregunté a Hernán Alberto por qué no hacia episodios sobre historia local y me contestó como lo hizo Diana Uribe cuando, en el 2005, le hice la misma observación: “La historia local suscita pasiones que empañan el tema, convirtiéndolo en un tedioso debate”. Me preguntó si había detectado errores históricos, con franqueza le dije que no. Todo lo contrario, lo felicité por tener ese sentido de captar lo importante y no perderse en temas alternos enmarañando su exposición. Estos podcasts cuentan con una fina escogencia de la música de fondo, asunto obvio teniendo en cuenta el progenitor de este diputado.
Comprometería mi honestidad si no trajera a colación una inquietud. No nos explicamos cómo Hernán Alberto congenia con políticos, que son prácticamente su antítesis, ya que carecen de cualquier sentido de estética, sensibilidad o gusto por el arte. Me respondo de forma maquiavélica sosteniendo que así está bien, porque es importante que hombres de la cultura como Bedoya Cadavid se codeen con el poder.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015