Visitar una “Primera Línea” de los bloqueos es una experiencia bien interesante. Hay sitios más complejos que otros, en algunos hay más de 15 grupos diferentes, cada uno con dinámicas y agendas no necesariamente tan armónicas. En algunos se puede tener un acercamiento siempre y cuando se haga con cuidado. Y así lo han hecho diversas personas en los últimos días. Quiero referirme a tres experiencias: la de María Jimena Duzán, la de un grupo de empresarios y finalmente una propia.
María Jimena Duzán, entrevistó tres encapuchados de una Primera Línea, de los llamados “Escudos Azules” de Bogotá: Simona, una artista; Marco, un abogado; y Cuervo un cineasta. Explicaron que detrás de la capucha está cualquier joven que quiera el cambio y que están así por asegurar su vida en un país que asesina a los líderes sociales. Allí, manifestaron tres ideas que me llamaron la atención: Primero, que la lucha de ellos es y será por medio de la democracia participativa a través de la protesta, consideran que la lucha armada no es el expediente para lograr el cambio. Hay pues, una posición demócrata de fondo.  Segundo aspecto: Su objetivo es hacer un cambio que transforme la realidad buscando la dignidad de los ciudadanos. Tercero:  El respeto de la vida y la motivación a la solidaridad. Invito a que los observen en YouTube en el canal de María Jimena.
Una segunda experiencia bien interesante fue la que hizo el presidente ejecutivo de uno de los principales grupos industriales de Cali, Fanalca, Joaquín Losada y otros empresarios. Estuvieron en un sitio de bloqueo y allí dialogaron con los jóvenes: unas conversaciones muy duras, pero muy necesario escuchar para entender, tener una escucha sincera, humilde y seguidas de decisiones que impacten, dice el empresario.  Señala que los jóvenes están buscando oportunidades, posibilidad de tener sueños y poderlos realizar. Losada dice que esta crisis ha hecho que todos los empresarios, sean más conscientes y sensibles a la realidad. Y pide que se den los desbloqueos como oportunidad para ponerse a trabajar para dar soluciones concretas de generación empleo y llevar comida a las casas de las personas que están sufriendo, porque hay más de 500 mil personas en la ciudad que se acuestan con hambre cada noche.  Luego de esa experiencia de diálogo con la Primera Línea afirma que hay que tejer soluciones entre todos los actores.
Finalmente, en mi experiencia de cercanía fue uno de los sitios de bloqueo en Cali, allí estuve y observé un dolor grande que tienen los muchachos, y también la solidaridad generacional que han generado con muchos estudiantes de universidades privadas. Allí donde estuve había un puesto de primeros auxilios emocionales que atienden algunos estudiantes de psicología. “Cualquiera de ellos podría ser uno de nosotros” afirman. Y la Primera Línea tiene una exigencia: cuidar la vida, están llenos de temor de los que disparan contra los bloqueos. Por ello, la primera exigencia para dialogar es el cese de las violencias. Mi mensaje para los estudiantes que estaban allí fue sencillo, primero de reconocimiento de ellos allí en ese rol que han asumidos de solidaridad generacional, pero también el mensaje de construir, de pasar de la protesta a la propuesta.
Ir a la Primera Línea qué bien les haría a muchos de los detentadores del poder real en el país, para que, mirando a los ojos y en actitud de escucha, puedan comprender y comprometerse con la transformación de la realidad de sufrimiento.