Luis F. Gómez


Que el Estado salga ahora a negar que haya habido desapariciones forzadas en el Palacio de Justicia es muy grave, pues, además de ser contraevidente por decisiones judiciales en firme, genera una dolorosa revictimización de los parientes y amigos de los desaparecidos, es también una afrenta a una sociedad que quiere sanar las heridas. Esta actitud de negacionismo de las tragedias de las desapariciones es una nueva tragedia social.
Coincidió el anuncio negacionista de unos fiscales y de funcionarios de Medicina Legal, con un encuentro muy bonito al que asistí en Pasto el miércoles pasado: Encuentros por la Verdad de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad. Allí muchas madres, hijas, esposas describieron la tragedia que han vivido con motivo de las desapariciones, según unos cálculos unas 100 mil personas. Mucho dolor. Y muchas preguntas: ¿Dónde están? ¿Por qué lo hicieron? ¿Quién lo hizo? Y allí la Unidad de búsqueda de personas dadas por desaparecidas (UBPD) tendrá mucho que trabajar y lo mismo que la Justicia y la Fiscalía. De otra parte, el encuentro fue bien interesante, pues allí estuvieron familiares de desaparecidos de todas las orillas: líderes sociales, sindicalistas, policías, militares, secuestrados... Lo que muestra que la guerra vivida en Colombia tocó a todos los sectores de la sociedad. Así la Comisión de la Verdad ayuda a los procesos de reconciliación, con unos ejercicios territoriales bien importantes y emblemáticos.
Un tratamiento serio, sistemático, profesional y técnico asegura que el tema de las desapariciones pueda dilucidarse. Pero se requiere mucha capacidad de conciencia para aceptarlo y asumirlo. Por ello, escapismos patológicos e irresponsables como el negacionismo de la tragedia de los desaparecidos, son muy dañinos para la sociedad, pero para algunos criminales o enceguecidos ideológicamente se convierte en una salida falsa y costosa socialmente.
De otra parte, fueron muy conmovedoras las palabras de la directora del Instituto de Medicina Legal, Claudia Adriana García, quien aceptó cómo en múltiples oportunidades la entidad les cerró las puertas a las denuncias por desaparición. Y señaló que esperaba trabajar mancomunadamente con las víctimas, para, desde Medicina Legal, ofrecer un servicio que ayude a resolver los casos de desaparición. Allí pidiendo perdón por los errores cometidos, solicitó el acompañamiento de las asociaciones de víctimas de desaparición. Y este es un paso que otras agencias estatales deberían asumir: estar mucho más cerca de la población para la cual trabajan. Este es un nuevo Estado más sensible a la gente, a sus angustias y problemas.
Qué bueno que todo este trabajo de la Comisión de la Verdad sea complementado con las declaraciones de los responsables de tanto daño infringido en nuestra sociedad, para que como país logremos pasar a la construcción de confianzas que permitan la construcción común de un nuevo país donde todos quepan, que no haya excluidos ni exterminados. El proceso de reconciliación es fundamental hacerlo y realizarlo desde los territorios.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015