En Cali y Manizales, ciudades donde las ferias anuales son de gran importancia tanto cultural como económicamente, está prendido el debate sobre la edición en el 2020 de estos certámenes. ¿Es responsable hacerla con covid-19? ¿Se podría pensar en hacerla en un canal virtual? ¿Mejor posponerla? ¿Mejor cancelarla?
La posibilidad de pensar en una feria creativa es la mejor opción. Los valores que dinamiza la feria son muy importantes para la ciudad, sus gentes y su cultura. Además, económicamente tienen impacto muy claro, en el caso de Cali hemos hecho desde la Universidad Javeriana de Cali los análisis de impacto y es significativo en la generación de empleo y en la dinámica de la demanda. Números concretos: el balance de los últimos cuatro años refleja que el 92% de los asistentes encuestados tienen una opinión favorable sobre la calidad artística de los espectáculos y actividades presentados, la movilización de espectadores asciende a 3,3 millones, lo que ha generado 1,4 billones de impacto económico. Se estableció que para 2019, la feria caleña generó 14.494 puestos de trabajo. Sería bueno tener el estudio de la Feria de Manizales, pues creo que no existe una medición académica como la de Cali. Pero, sin lugar a dudas, los resultados serían igualmente muy significativos para Manizales.
La pandemia no sabemos cuándo pasará, no tenemos certeza sobre su duración, ya estamos poco a poco aprendiendo a vivir con ella cuidándonos. Así, el reto sería tener feria con bioseguridad. Es muy difícil, claro que sí; tiene sus riesgos, afirmativo; pero se pueden manejar algunos y evitar algunas actividades que implican peligros poco controlables. Esta crisis por la que vivimos debe ser una gran oportunidad para repensar posibilidades de feria más organizada y con una co-responsabilidad grande de la ciudadanía. Es una oportunidad muy interesante para crecer en cultura ciudadana. Pero también de dar horizontes creativos para las actividades tradicionales y otras nuevas que puedan reemplazar aquellas que no sea prudente hacer. 
En Cali se ha tomado la decisión de hacerla de forma virtual, manteniendo un importante apoyo de la Administración municipal a los artistas y productores por 11 mil millones de pesos. El proceso de diseño y producción de los eventos es intensivo en mano de obra, su modelo de organización implica la interacción de una red que va desde el artista individual, pasa por micro y hasta pequeños productores que conforman su cadena de suministro. Muy especialmente, la producción cultural es altamente contextual e idiosincrásica y está altamente vinculada con el territorio, dicho de otra forma, es puro talento creativo local, de nuestras comunas y barrios. En las estimaciones que hacemos en la Universidad son cerca de 8 mil personas.
La idea de posponer la feria para mitad de año, esperando que el contexto de la pandemia sea distinto, creo que es una ilusión, muy probablemente será bastante similar la situación a lo que estamos viviendo en la actualidad. La feria tiene un tiempo específico que es el fin e inicio de año. Irse a otro momento podrá ser optar por una lánguida celebración.
No hacer la feria, suena sensato. Sin embargo, vencerse ante la crisis tampoco es sensato y no es un acto de responsabilidad. Para que queremos ver a los artistas sentados desde sus casas, estresados, pongámoslos a hacer lo que mejor hacen: crear. La creatividad no tiene límites, en la cadena de valor la creación y producción de los eventos se puede realizar con estrictas medidas de bio-seguridad.
El debate está abierto. Se oyen argumentos… Hay unas preguntas que pueden ayudar:
Sin duda todos los argumentos tienen una alta dosis de realidad y validez. Sin embargo, hay también una realidad que hay que enfrentar: [I.] ¿Cómo apoyar efectivamente a esta esta red de artistas individuales y pequeños negocios?, también muchos son caldenses, ellos y sus familias se han visto con ingresos muy disminuidos, [II.] ¿Cómo mantener durante la crisis un activo importante que genera riqueza con impacto social como es nuestro patrimonio cultural, que entre otros impactos le aporta a la competitividad de nuestra ciudad?