Se comenzaron a graduar los beneficiarios del programa Ser Pilo Paga (SPP). Una nueva generación de personas de estrato uno y dos que lograron entrar a las mejores universidades del país con la ayuda del Estado. En efecto, los estudiantes que iniciaron estudios en enero de 2015 y que escogieron programas de 8 semestres, comienzan a terminar sus carreras, en distintas universidades acreditadas de alta calidad. Son la primera cosecha de los 40 mil jóvenes de uno de los programas más ambiciosos en política social, que les dio acceso a la educación de calidad a los bachilleres más pobres y destacados académicamente del país.
Será muy interesante, a la vuelta de unos cinco años, que se haga la evaluación de impacto general de este programa, pues tengo la certeza que los indicadores de permanencia en el sistema, de graduación y de impacto familiar y laboral será uno de los programas más exitosos de la política pública. Y se hará justicia al programa diseñado por la ministra Gina Parodi y el presidente Santos, que desafortunadamente la actual administración del presidente Duque no quiso continuar. Nunca en el país en corto espacio de tiempo se había crecido en cobertura de educación superior de calidad, de la manera como el SPP lo hizo.
Conozco casos como el de un muchacho del SPP de Pasto que entró a estudiar Negocios Internacionales en la Universidad Javeriana Cali, que realizó su semestre internacional en Francia y que se graduó el jueves pasado llevando la vocería de todos sus compañeros de graduación. Igualmente, en la Universidad de los Andes, el presidente Santos pudo acompañar la ceremonia de la primera cohorte de Pilos de ese centro universitario. SPP comienza a encarnarse en los frutos que se esperaba del programa.
El país debe estar muy contento, la felicidad de los muchachos y muchachas de terminar sus estudios debe ser también una felicidad de todos. Es ese nuevo país que ofrece movilidad social para aquellos que no han contado con una familia con recursos económicos. Esto lo llamaría John Rawls, autor de la Teoría de la Justicia, brindar las mismas oportunidades a todos los ciudadanos. Además, es una forma de premiar a aquellos que se esfuerzan y dan los mejores resultados en sus estudios de bachillerato, en pocas palabras es tan bien una meritocracia. El país debe estar tranquilo que los dineros públicos de este programa no quedaron en los bolsillos de los corruptos, ni en los puentes que se caen, ni en los carteles de la contratación, ni en las obras inconclusas de las regalías, sino que están comenzando a germinar en profesionales muy bien formados que entran a construir país desde distintos frentes, en colombianos y colombianas que quieren hacer Patria. Esta es la formación del capital humano que elevará la productividad del país.
Los dineros del presupuesto nacional comienzan a mostrar que sí se invirtieron bien. Insistimos que el programa SPP deberá ser evaluado para que tengamos conciencia en la excelente iniciativa que no se quiso mantener. Duque y su gobierno hicieron su “Brexit” de una las mejores formas de asegurar la equidad sostenible en el país. ¡Qué pesar!