Luis F. Gómez


La situación de Venezuela es cada vez más delicada. Pero el daño grande que el gobierno del Presidente Maduro le está propinando al vecino país es gravísimo. Está atentando permanentemente contra la democracia. Y ello ya generó, algunos dirán ¡por fin!, un interés de la mayoría de países de la Organización de Estados Americanos, OEA.
El Informe presentado por el secretario de la OEA, Luis Almagro, a la asamblea de la organización es muy diciente. Lo llamativo es que esta reunión se concretó gracias a 20 países, pero se hizo en contra de la posición de 11, sin contar las dos abstenciones y un ausente. Hay mayoría de países de la OEA que tiene serias preocupaciones sobre la marcha de la democracia en Venezuela. Y como lo decían varios países: la OEA no puede pasar por alto los hechos y caer en una nueva omisión de sus funciones de garante de las democracias en el hemisferio.
Las determinaciones legislativas en Venezuela están siendo esterilizadas por el sector judicial que está en manos del gobierno de Maduro. Los presos políticos siguen tras las rejas. Las libertades personales comienzan a tener múltiples limitaciones prácticas. El caos económico y social es muy grave, que se refleja en situaciones muy delicadas como la reaparición de enfermedades que se suponía estaban erradicadas, las colas interminables de las familias para medio aprovisionarse. Las conversaciones con la oposición fueron sencillamente una pantomima dilatoria del gobierno de Maduro, pareciera que no hay la más mínima intención del cambiar, lo que se quiere es perpetuar un régimen que tiene más de autoritario que de democrático.
Pero la OEA no fue capaz de sacarle tarjeta roja a Venezuela aplicándole la Carta Democrática que sencillamente sería una expulsión de ese país del seno de la Organización. Hizo la tarea a medias, pero Venezuela ha quedado ya en total evidencia en el escenario internacional, es una democracia en peligro y ya herida, ¿de muerte? Pues con la decisión de cerrar la Asamblea Nacional, sencillamente el gobierno de Maduro está dando un golpe de Estado.
Por otra parte, nuevamente Colombia fue blanco de múltiples críticas por parte de los representantes del país hermano, la canciller de Venezuela no descansó en comentarios negativos sobre nuestro país. Y todo unido, a las constantes provocaciones militares y a los múltiples problemas de la porosa frontera de los dos países, nos pone en estado de alerta para evitar incidentes que agudicen la tensión entre los dos estados. Colombia ya sabe que Venezuela utiliza la frontera para distraer a su opinión de los líos internos, por lo que debe andar con pies de plomo.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015