Lina María Gutiérrez


¿Cómo hacen las mujeres en Colombia para ser felices en un país machista y excluyente? Esta pregunta la hizo el editor Camilo Hoyos, director de Paredro Podcast, en un conversatorio que moderaba. No sé como hacen, la verdad.
Sobretodo las mujeres que aún no se empoderan. Las que dependen de su pareja, de un jefe machista, de una oportunidad que está en las manos de un hombre misógino. Las que son víctimas de ellas mismas porque no se hacen cargo de su propia vida y le dejan toda la responsabilidad a los factores externos cuando es deber de ellas mismas irse de ahí a pesar de las circunstancias de necesidad o pobreza. Ya es hora de que la mujeres dejen el viejo discurso de víctimas y eligan a esas personas que las valoran. La responsabilidad de su propia felicidad está en cada mujer.
Por fortuna, hoy ya no somos una sociedad tipo Mad Men. Hemos cambiado muy rápido en los últimos 10 años. Muchas de las víctimas de una educación retrógrada ya estamos empoderadas. Rechazamos, nos alejamos y denunciamos los comportamientos de hombres y mujeres machistas y eso de alguna manera hace que seamos mujeres más felices.
Aunque la misoginia todavía está enclavada en los hogares en Colombia, como lo dijo la escritora Vanessa Rosales en ese mismo conversatorio: “Estamos en un momento emocionante para ser mujer en Colombia, acabamos de tener una gran noticia gracias Corte Constitucional que habla del espíritu de esta época (...) Y en eso hay una fiesta, en eso hay esperanza”.
Para la escritora Pilar Quintana la felicidad es la posibilidad de sentirse bien en la propia piel, ser auténtica sin importar que el que mundo conservador se escandalice: “Para mí la felicidad es la posibilidad de yo ser pelicrespa, decir lo que pienso, hablar con groserías, ser reconocida en el trabajo sin que me estén oprimiendo o cambiando. La posibilidad de ser yo sin sentir la mirada juzgadora de la sociedad sobre mí”. “Yo crecí sintiéndome incómoda y ahora puedo ser, por fortuna, una mujer incómoda”.
La misma presencia de ciertas figuras en el radar público, estos conversatorios, la feminización del canon, el foco que se está poniendo sobre la escritura femenina, la voz, la mirada femenina del mundo creo que nos hablan de otras formas de recuperar lo que es ser feliz, dijo Vanessa.
Gracias al #MeToo y a los movimientos feministas de los últimos años, vienen detrás nuestro mujeres de 15, 20, 30 y 40 años que nos dan cátedra a las mayores en su lucha y búsqueda de la felicidad. Hay que ver el punto de vista de ellas al hablar sobre la vida, las relaciones, el trabajo, la intimidad, la libertad, el placer, el poder y la abundancia.
Hoy muchas de nosotras que ya somos libres: ¡ya no hay una sola forma de ver el mundo! Estamos eligiendo la vida de nuestros sueños: entendiendo y disfrutando nuestro cuerpo, el placer, la sexualidad, el disfrute de ser mujer. Hoy no nacemos para jugar un papel secundario como madres, esposas, hijas, a la sombra de un hombre. Somos independientes: tenemos dinero, voz, información y trabajo. Hoy nos damos nuestro lugar como mujeres en la sociedad.
Felicidad es construir nuestro futuro en línea con nuestro propios términos y tiempos sin seguir ningún código social. Felicidad es que desde hace como 10 años a las mujeres no se les mira raro por no hacer lo que se espera de ellas como conformar un hogar: casarse y tener hijos. Y sí, se puede vivir en un país machista y excluyente y ser felices si decidimos vivir alineadas con nuestros valores y juntarnos con los que tienen este nuevo chip mental. Siquiera alcanzamos a vivir en este momento histórico.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015