Zapping

Instagram: @leo_pineda_

"¿Quién soy? Supongo que quién soy lo mismo que tú. Ni mejor. Ni peor.
Porque nadie fue ni será jamás exactamente igual a mi ni a ti"

Esta es la columna número 50 de Zapping, que mejor para celebrar este ciclo que hablar de una de las series que ocupó mis primeras apreciaciones desde que pasé de Cine de hoy a hablar sobre televisión. Todo acerca del la serie de Netflix Sense8 (se lee Senseigth, por favor) es fascinante. Empezando por ese nombre que muchas personas pronuncian mal y que se aleja el significado que le querían dar sus creadores.

Las ahora hermanas Wachowsky, que hasta hace poco eran hombres, tienen un toque muy especial a la hora de contar sus historias, por algo Matrix, una de sus creaciones más conocidas, se ha considerado un hito en la cinematografía por la forma en que se hizo y por lo que ha significado para los efectos especiales. Cuando estrenaron su serie supimos que estábamos frente a un verdadero descreste en cuanto a la realización y estructura de lo que querían contar: la vida de los sensates, ocho personas de diferentes partes del mundo conectadas en un alma o conciencia común, algo que solo quienes hayamos visto la serie podremos entender y no del todo. Esa misma novedad visual representada desde los créditos iniciales, se ha mantenido a lo largo de dos temporadas que cada día generan más y más fanáticos. Sin embargo sus realizadores cancelaron la temporada tres, sin una razón evidente. Aunque la empresa de televisión por catálogo escuchó las voces de fanáticos de todo el mundo que no querían que les dejaran la historia inconclusa, y a pesar de que no hicieron la temporada, al menos realizarán un cierre de la Sense8 con un especial de dos horas que estará disponible desde el próximo viernes.

El año pasado escribí en esta misma columna sobre el poder de los fans a la hora de influenciar las cadenas y lograr el restablecimiento de algunos programas o al menos un final digno como pasó hace varios años con Jericó. Finalmente ha llegado la hora del estreno de este especial para así poder concluir los planteamientos de la segunda temporada y que estoy seguro, quedará corto ante todos los ítems que siguen en el aire. La serie se tomó su tiempo retratando las vidas de cada uno de sus protagonistas y sus dramas particulares  y comunes, se recrearon las escenas más eróticas que alguna vez se han visto en una serie de televisión y se impulsó una especie de revolución sobre el tema de la inclusión de personajes LGTBI en el imaginario televisivo. Si no ha visto la serie, le recomiendo no acercarse a este especial hasta no tener los elementos necesarios para poder entender de qué se trata todo el asunto, pero si ya es fanático le comparto la misma emoción de volver a reencontrarse por dos horas con esos personajes entrañables y la complicada situación llena de emoción y aventura a la que se enfrentan antes del adiós definitivo.