Algunos historiadores creen que durante la Primera Cruzada,  de los cristianos en contra de los musulmanes, hace más de novecientos años,  las muertes fueron debidas a batallas y  enfermedades, entre ellas el paludismo. 
Las investigaciones sobre la enfermedad  fructificaron en 1880 cuando Carlos Luís Alfonso Laveran, Premio Nobel 1907, descubrió al parásito  productor del paludismo.
En 1883, el reconocido investigador inglés en enfermedades tropicales,  Charles Manson, describió en China la Elefantiasis, como la primera enfermedad transmitida por vectores.  Quince años más tarde, 1898,  el norteamericano Ronald Ross, Nobel 1902,  prueba que un mosquito, Anopheles,  transmitía el microorganismo unicelular causante de la malaria, entre pájaros, lo cual había sido sugerido por Laveran.  Ese mismo año Giovanni Grassi demuestra que el parásito se transmitía entre humanos a través del mosquito.
Hace 20 años, 1996, en Colombia se registraron casi 135.000 casos de paludismo. Este en el primer cuatrimestre, se han identificado 14.817 enfermos de paludismo, el 58% de ellos producidos por el Plasmodium falciparum, el más patógeno de las cuatro variedades del parásito. Nariño, Chocó, Córdoba, Antioquia y Guanía son los territorios más afectados. Caldas sólo ha reportado 3 casos, afortunadamente. Se han reportado 296 casos con paludismo severo.
El paludismo persiste. Hay 3.2 billones de personas en riesgo de contraer la enfermedad. Ello sucede a pesar de las  medidas básicas de prevención   contra el mosquito para eliminarlo por diferentes mecanismos y evitar que la hembra transmita el Plasmodium; utilizando barreras  físicas y químicas para bloquear la transmisión; administrando medicamentos preventivos en embarazadas   y limitando la presencia de las personas en áreas palúdicas. La   limpieza dentro de las casas, en áreas palúdicas,  y la nutrición ayudan en la disminución de infecciones y complicaciones. 
Desde el  siglo pasado se pensó que una vacuna podía ser la medida ideal para evitar el paludismo.  Por ello, se han diseñado muchos modelos y realizado infinidad de ensayos biológicos llegando a incluir seres humanos. Sin embargo, los resultados efectivos han sido deficientes por lo que se han desechado y reiniciado los experimentos sin lograr una aceptable inmunidad en quienes han recibido deferentes biológicos, vacunas.
Cada año hay millones de enfermos y muertes producidas por el parásito.  En el 2015 más de 214, millones de personas sufrieron la enfermedad y murieron 429.000.  África, el sureste asiático y América han sido los continentes más afectados. Todo se complica con la resistencia de los vectores a los insecticidas y del parásito a la administración de medicamentos en humanos.
Hace 20 años, 1996, en Colombia se registraron casi 135.000 casos de paludismo y este año en el primer cuatrimestre se han identificado 14.817 enfermos de paludismo, una enfermedad endémica, el 58% de ellos producidos por el Plasmodium falciparum, el más patógeno de las cuatro variedades del parásito. Nariño, Chocó, Córdoba, Antioquia y Guanía son los territorios más afectados. Caldas sólo ha reportado 3 casos, afortunadamente. Con  paludismo o malaria complicada, la forma más severa de la  enfermedad, se han reportado 296 casos.
La semana pasada se celebró el Día Mundial contra el paludismo. Unas horas después se anunció la futura aplicación, 2018, en niños de 5 a 17 meses de edad,  de una nueva vacuna intramuscular, desarrollada en  un laboratorio farmacéutico, contra el Plasmodium falciparum  y  podría ser adicionada al conjunto de medidas sugeridas por la Organización Mundial de la Salud para la prevención del paludismo. 
El proyecto definió la aplicación de cuatro dosis, de una vacuna que ha llegado a la Fase Clínica III, de cuatro,  en donde se busca confirmar  datos previos incluyendo eficacia y efectos indeseables. La vacuna denominada  RTS,S- es un biológico derivado de una proteína superficial del Plasmodium falciparum. Esta vacuna ha  alcanzado el mayor nivel de desarrollo investigativo y será aplicada en Ghana, Kenya y Malawi y fue ensayada, 2009-2014, en otros países africanos.
Sin embargo la meta para el año 2020, será reducir en un 40% los casos nuevos y la mortalidad. Ojalá sea así, porque sólo una vacuna podrá lograr las metas a más largo tiempo.